Iniciativa San Quintín

A dónde vamos a parar

Por Daniel Paz
viernes, 6 de mayo de 2016 · 00:00
Recientemente el diario Reforma dijo que 28 gramos de mariguana equivalen a 14 cigarrillos.

Esa es la delirante propuesta que Peña Nieto en una nueva dimensión promueve para que vivas mejor o para el bienestar de tu familia.

 

Actualmente, un habitual malandrín o aficionado al consumo de mariguana no puede ser detenido en la vía pública por llevar en la bolsa, boca, oreja o mano cinco gramos.

 

De proceder, implicaría dejar en libertad a hombres o mujeres que purguen una pena por la portación de hierba equivalentes o inferior a 28 gramos. Así lo refleja la prensa.

Imagine tal cosa. Habrá bachas para todos.

 

Adiós reumas y dolores diversos.

 

San Quintín de por sí sufre de un descarado consumo en especial de "hielito” cristal y mariguana.

 Son miles en esta zona sur de Ensenada los consumidores que dependen de pocas docenas de pequeños distribuidores quienes compran silencio y simulación de quienes están para proteger y servir.

Todos por aquí pagan piso.

 El problema de las adicciones es complejo, costoso y para la autoridad casi raya en la indiferencia.
Algo parecido ocurre con el exceso de glucosa en la dieta dentro y fuera de las escuelas.

Por algo Estados Unidos dejó de ser campeón en obesidad.

 Desde los ochenta tomaron medidas como expulsar las sodas de todo el nivel medio y básico.
Mientras en nuestro querido México cabalga y galopa la chatarra en las escuelas.

La mayor debilidad para tomar acciones es la de información real.

 

Al menos en internet, no existe ningún estudio sobre el caso para San Quintín.

 

Resulta triste y evidente que el consumo por persona de cristal aquí es mayor que en la zona urbana.

 

Aunque hay comisiones desde el Congreso del Estado y el municipio, San Quintín está totalmente olvidado. No vemos un programa de prevención creativo que alcance a los niños, jóvenes ni adolescentes.

 

No se puede confiar en los centros de rehabilitación porque en parte los internos aprenden nuevas formas de drogarse. Y vaya que dentro de esas paredes les sobra tiempo.

 

Uno de cada 100 logra rehabilitarse, nos confió una persona muy involucrada en estos esfuerzos.

 

Todos los demás en gran medida se autoengañan y por piedad o falsa humanidad logran salir para volver al mismo camino.

 

Un adicto es semejante a quien es ratero o ladrón por oficio. Lo hacen por vocación.

 

Salen de la cárcel y el delito los llama. El diablo no los tienta, los abraza.

 

De acuerdo con el Observatorio Estatal contra las Adicciones del Instituto de Psiquiatría de Baja California (OEA) asegura que en Ensenada ha disminuido el consumo de alcohol, tabaco y mariguana.

 Suena inexplicable y sólo justificado para fines de reportes internos o resultado de campañas de prevención.

Este estudio no informa qué parte de Ensenada fue sujeto de la muestra.

 

Reportan mil 843 encuestados de los cuales 358 son menores de 18 años.

 

Estadísticas a modo resultan sólo una triste cortina de humo.

 

En especial para San Quintín.

 La mayor apuesta debe dirigirse a la juventud, especialmente luego de primaria.

Espacios deportivos, culturales o de esparcimiento deben ser alternativas para remediar el uso y abuso de drogas.

 Los jornaleros enganchados de la droga justifican su consumo para aguantar el trabajo pesado.
Drogarse no les da poderes supremos, si acaso unos 45 minutos y luego les viene el ánimo para

abajo tal como su esperanza.

 

Es irritante. Luego en Oxxo venderán cajetillas marca Hierba 14.

 No pierda de vista. La tesorería de Estados Unidos comenzó a recaudar una fuerte suma por concepto de su venta regulada. Por ello Washington le dice a Peña que ya no le exporten tanta. Que se la fumen local, pues.

El autor es responsable de Iniciativa SQ para la capacitación en responsabilidad social. @DanielPazMx

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