LA BUFADORA

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- El que se enoja pierde - Primeros enroques - Peligro en el valle
miércoles, 27 de julio de 2016 · 00:02

El que se enoja pierde

Resuena en el Partido Acción Nacional (PAN) de Ensenada, que su dirigente Hugo Zepeda Berrelleza está muy molesto con los señalamientos que se le hacen en este y otros espacios informativos, pero este y todos los que incursionan en la política deben entender que son sujetos de crítica, además de que sus partidos reciben financiamiento público.

También Hugo Zepeda debe recordar que durante los últimos 20 años ha gozado de los triunfos electorales del PAN, partido al que llegó invitado por Arturo Alvarado González, porque ambos fueron compañeros en la universidad.

Tampoco puede olvidar que hace dos décadas no tenía antecedentes políticos, aunque varios años fungió como empleado de la delegación de Finanzas del Estado, siempre muy leal a su jefe inmediato, Arturo Alvarado.

En pocas palabras, Hugo es de los burócratas del PAN, pero su personalidad es complicada; es frío, calculador, rayando en lo antisocial. No le gusta la gente, es demasiado serio. Sin embargo, mientras no tuvo poder se mantuvo casi al margen, pero cambió desde que fue diputado federal en el año 2000 gracias a Vicente Fox. Y desde entonces ha tenido varios encargos estatales y dos federales. Siempre seco, pero aprovechó muy bien todos sus puestos en el gobierno, pero el haber perdido la elección a alcalde contra el priista Enrique Pelayo en el 2010, lo acabó de endurecer.

Como presidente del comité directivo municipal del PAN DM ha sufrido dos derrotas y logrado un triunfo, pero su derrota no la perdona y anda buscando desde hace seis años quién se la pague, se tornó soberbio y autoritario.

Incluso ya algunos le dicen Hugo "Chávez” Zepeda, porque si pudiera mandaría al paredón a varios.

Y tras seis años de rotundas derrotas electorales y apenas un pírrico triunfo, a Hugo lo acusan sus detractores de proteger los intereses del llamado G6, y como ejemplo destacan lo que publicó en su muro de Facebook, en el cual publicó una carta dedicada a su líder moral Arturo Alvarado González, donde lo pone como el mejor funcionario del mundo mundial y reniega contra el calentamiento global. Qué no lo entendieron los ensenadenses asegura Hugo, que no lo merecemos; y le agradeció su asunción en el PAN. 
Primeros enroques

Lo cierto es que Hugo Zepeda está desesperado. Ya se va como dirigente blanquiazul, pero su temor es que no lo vayan a cachar. A Alvarado lo rescatarán -si otra cosa no sucede-, porque en breve sustituirá a Miguel Ángel Castillo Escalante, como subsecretario general de Gobierno del Estado en Ensenada, y Miguel Ángel Castillo pasará a ser delegado de Desarrollo Social del Estado, o sea, sólo habrá enroque.

Así que Hugo debe recordar que ser presidente de un partido es algo así como ser funcionario de gobierno. Los partidos funcionan con dinero del pueblo, por lo tanto no debe enojarse porque lo critiquen. Los partidos son instituciones de interés público. Es más, el propio Hugo dijo que el PAN no es propiedad de los panistas, pero resulta que ya designaron a Carlos Loyola Peterson como nuevo director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe), donde despachaba el hombre más cercano al gobernador en este municipio; así que aguas, porque no hay tantas posiciones para pagar facturas.

A Loyola algo debía tocarle, sobre todo después de que lo dejaron solo en su campaña, además de que sí domina el tema del agua.

Con este movimiento muchos esperan que la Cespe se despartidice y le den a los ensenadenses el servicio y la atención que merecen, porque las dependencias públicas no son para hacer negocios ni instrumentos para acabar con sus enemigos o cobrar venganzas.
Peligro en el valle

La semana pasada se registró un incendio en el Valle de Guadalupe que afectó a dos ranchos, pero los bomberos no pudieron llegar oportunamente porque no tenían agua ni gasolina; en la zona quedan menos de cinco bomberos con sueldo y los voluntarios ya no les pagan, así de gacho; andan pidiendo coperacha en la calle con una bota de bombero toda rota y ahí echan la morralla.

Y como las bomberas están en malas condiciones mecánicas tuvieron que ayudar 60 voluntarios sin equipo, y como pudieron rescataron el rancho que está a un costado de las instalaciones de Domecq. La lumbre iba hacia el norte y causó daños en el Rancho Sordomudo y a otro de enseguida.

La situación se complicó porque de cuatro bomberas sólo llego una para combatir el incendio en el Rancho Sordomudo; ahí hay muchos niños y el riesgo es tremendo.

Lo anterior obliga a las autoridades municipales a establecer un operativo en el Valle de Guadalupe, y no porque estén próximas las fiestas de la vendimia, sino para evitar que se repitan los lamentables hechos que se registraron en el año 2004.

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