DE NIÑOS Y OTROS ENREDOS

Contaminacion por aluminio en fórmulas para bebés

Por Dr. Enrique Sicardi Aragón
jueves, 12 de enero de 2017 · 00:33
Es por todos conocido que los metales  pesados son sustancias tóxicas para el organismo y también sabemos que muchos productos que usamos comúnmente están añadidos o contaminados con metales tóxicos. Los metales tóxicos, además de contaminar los alimentos, suelen estar en  el agua que bebemos y el aire que respiramos. Algunos metales son esenciales en la salud como el zinc, cobre, cobalto, manganeso, molibdeno, entre otros, pero sus niveles altos en sangre son también dañinos a la salud.
Metales pesados muy comunes como Mercurio, Plomo, Arsénico y Aluminio entre otros, no son esenciales y al estar en nuestro organismo, compiten con los minerales esenciales (zinc, selenio, hierro) y esto afecta a la forma de aprovechar los nutrientes que ingerimos y a las reacciones químicas. Se van acumulando de forma lenta en distintos órganos alterando su correcto funcionamiento, lo que puede propiciar una respuesta alterada del cuerpo ante las enfermedades y mala respuesta a los tratamientos.
Los niños son especialmente susceptibles a la exposición con metales pesados, incluso pequeñas cantidades de plomo, mercurio y otros metales, son una amenaza para el adecuado desarrollo neurológico.
Las cantidades de metales pesados en el cuerpo no se pueden medir mediante análisis de sangre; estos se fijan rápidamente a las distintas partes del cuerpo (hígado, riñón, intestino, nervios, etc.) y ahí se quedan; y no se ven cantidades elevadas ni en las heces ni en la orina, la sangre o el vello (principales métodos de diagnósticos habituales).
En el 2010 un grupo de investigadores ingleses (http://bmcpediatr.biomedcentral.com/articles/10.1186/1471-2431-10-63)  analizaron los contenidos de aluminio en QUINCE diferentes marcas de leche líquida o en polvo para bebés. La concentración de aluminio en las leches preparadas fue de 176-700 g por litro de fórmula preparada. Dos productos a base de soya, fueron los de nivel más alto y concluyen su artículo instando a los fabricantes a reducir el contenido de aluminio en sus fórmulas.
En el 2013, otro grupo (https://bmcpediatr.biomedcentral.com/articles/10.1186/1471-2431-13-162) analiza TREINTA diferentes fórmulas lácteas para bebés y encuentran niveles de aluminio ligeramente menores (100-700 g/L), siendo los productos de soya los más elevados.
La concentración de aluminio en cada una de las TREINTA fórmulas infantiles fue al menos el doble de lo que se recomienda en la Unión Europea para el agua potable (50 g/L) . El contenido de aluminio de las fórmulas infantiles es de entre 10 y 40 veces más alto que el contenido de aluminio en la leche materna
El contenido de aluminio de todas las fórmulas infantiles que se analizaron en Inglaterra fue demasiado alto y, sobre todo, si se considera que estos productos constituyen la totalidad o una parte sustancial de la dieta de un bebé en los primeros meses de su vida. De México, por supuesto que no tenemos ni la menor idea del nivel de contaminación de la infinidad de productos substitutos de leche materna que se venden en nuestro mercado y como pan caliente.
La vulnerabilidad de los niños a la exposición temprana al aluminio sirve para poner de relieve la necesidad urgente de reducir el contenido de aluminio de preparados para lactantes a un nivel tan bajo como sea prácticamente posible. Después de las dos investigaciones presentadas, no se  ha sabido de acciones tomadas por parte de los fabricantes.
Hay evidencia de la toxicidad inmediata y retardada en los recién nacidos y, especialmente, los bebés prematuros expuestos al aluminio. Se ha demostrado fehacientemente que los niños alimentados al seno materno tienen mejor desarrollo neurológico que los alimentados con fórmulas ¿hasta dónde el aluminio tiene que ver en esto?
"Las fórmulas infantiles no deben contener nada que pueda poner en peligro la salud de los lactantes y niños pequeños”.
En verdad, yo no tengo mucha esperanza de que los fabricantes hagan algo a corto o mediano plazo  para resolver el problema, pero sí tengo fe en que los padres hagan lo posible por evitar esos riesgos a sus bebés, dándoles solamente lactancia materna y entre menos expuestos a las fórmulas lácteas estén, pues tanto mejor.

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