Incertidumbre rencontrada

"La explicación del golpe no disminuye el dolor en quien lo recibe…” dice con tajante acierto Nicomedes; si bien lo aprendió con sangre después de los bastonazos que le daba su abuelo Atanasio, quien sentenciaba que cuando creciera le daría las gracias, bien lo aplica hoy mi sabio amigo a lo que ha estado pasando en esta transición de año.
"El dólar se cotiza más alto por la expectativa del discurso que dará el Presidente Electo Trump”… fue la nota que escuchamos juntos mientras acompañaba a mi compadre en su terapia de los miércoles por culpa de una patada que Uber, el mulo de la leña, le había dado a la altura de donde deberían estar las sentaderas… "El gasolinazo se aprobó por diferentes partidos en el congreso y se anunció la liberación del precio de las gasolinas hace más de año y medio”… "La OCDE ha estado recomendando eliminar el subsidio a los combustibles desde hace quince años, es una medida que se tardó pero que era indispensable hacer”… "Impedimos el libre tránsito y la repartición de combustible como legítimas formas de expresión de repudio ante las medidas gubernamentales”… cada una de estas citas tan referenciadas en estos días fueron repetidas por Nicomedes mientas su tobillo izquierdo tocaba la nuca, y si bien no gritó, no pudo evitar que le salieran lágrimas que alegó eran de coraje por lo que pasa en el país más que por el nudo luchador que le obligaba hacer la enfermera con cuerpo de Blue Demon.
"Mire compa, todo lo que dicen lo puedo entender, pero esto de llegar a la agresión, a los atropellamientos, saqueos, robos e insultos no más no estoy de acuerdo… si afectándonos a nosotros mismos, si agrediéndonos entre nosotros es la manera de protestar ante la injusticia, pues justamente tenemos los gobiernos que merecemos”… ya había escuchado esta última parte en el comentario de un locutor ensenadense, pero no quise recalcar esta falta de originalidad de mi compadre que en esos momentos tenía los ojos en blanco y la quijada descompuesta recostado en el petate de la sala… "Y como que se nos olvida el problemón que tenemos con la basura y las ganas de una discusión seria sobre el tema de la inversión privada en la infraestructura y prestación de servicios de agua en Baja California… ah, pero eso sí, cuando el Mr. Donald dice que no hay cambio climático ni calentamiento global, ni una marcha desde el kínder a la casa del alcalde…”.
Por trabajo tuve que dejar a mi compadre en las manos inquisidoras de su terapeuta, quien siguió escuchando su diatriba… pero me retiro con la sensación de que tanto él como yo, y muchos en Baja California, hemos incrementado nuestra incertidumbre ante el futuro inmediato y ante la legitimidad de las formas que decidimos usar para hacernos escuchar, incertidumbre del poder real de utilizar los medios institucionales, las medidas legales a nuestro alcance, la intermediación de nuestros representantes políticos… y caigo en cuenta que esta incertidumbre nace de la desconfianza; no confiamos en las intenciones de nuestro gobernador y los diputados que aprobaron la ley estatal del agua, no confiamos en la capacidad de liderazgo ni en el cumplimiento de las promesas de nuestro presidente, no confiamos en que los encargados de la seguridad estén actuando como deberían, no confiamos en que el camino legal e institucional nos pueda dar la razón.
La conclusión no es nueva pero es vigente. Puedo encontrar explicaciones defendibles para lo que nuestras autoridades han estado decidiendo hacer o no hacer y puedo entender el profundo desacuerdo social; y ante este último, mi convicción es que debemos apostar por el camino de la manifestación fuerte e intensa pero respetuosa de la ley, respetuosa de terceros y respetuosa de las instituciones, de la participación corresponsable no solo en manifestaciones sino en foros, en reuniones del Cabildo o del Congreso, en la vigilancia del quehacer de los funcionarios, como caminos viables para que nuestra sociedad se desarrolle y madure… sin embargo, aún con este encontrar y tener convicción, lo que pasa no deja de doler, como la patada que Uber le dio a mi compa.