EL GABACHO GACHO

Rancho El Dorado-San Felipe

Por Le Roy José Amate Pérez
miércoles, 4 de enero de 2017 · 00:00
Cinco mil rentistas de Rancho El Dorado recibieron un regalo navideño en 2001 antes de tiempo por parte del señeor Pat Butler, el promotor de desarrollos inmobiliarios más importante. El desarrollo es el más grande en Baja California. Los vacacionistas y retirados extranjeros hubieran perdido sus contratos de renta y, como consecuencia, sus casas en el año 2020, si no hubiera sido por la generosidad y valor ético del señor Butler. Un gran porcentaje de estas hermosas casas construidas con materiales rústicos tiene un valor cuyo monto alcanza las seis cifras.
El señor Butler compró los derechos de desarrollo y los contratos de renta de Rancho El Dorado a la National Pen Company, empresa que tenía un acuerdo con el ejido más grande del estado y el segundo más grande en el país.
Esta adquisición ha hecho historia en el sector de las inversiones de los Estados Unidos y México.
Es la primera vez que un inversionista norteamericano cierra un trato con 214 familias de un ejido para comprar una propiedad de tan grandes proporciones; la tierra ahora pertenece y está debidamente registrada a nombre de Ranchos Época de Oro, la empresa mexicana del señor Butler.
Rancho El Dorado puede vender estos lotes, y el resto de la propiedad, a extranjeros por medio de un fideicomiso. Pat Butler siempre se ha mostrado accesible a este medio por lo que, cuando se lo solicitamos, amablemente respondió a nuestras preguntas y nos proporcionó copias de los contratos de adquisición de un fideicomiso. Resultaría poco decir que nos sentimos extremadamente felices al poder ofrecer a los inversionistas esta seguridad. La propiedad no sólo está legalmente lista para la transferencia del título sino que, además, los costos para hacerlo son la mitad del promedio para establecer un fideicomiso. Por la cantidad de 3 mil 700 dólares los inversionistas están transformando un contrato de renta, que terminaría en diecisiete años, en un fideicomiso seguro. En diecisiete años, Rancho El Dorado hubiera sido el afortunado propietario de miles de lujosas casas pagadas por los rentistas.
Como respuesta a la preocupación de que Rancho El Dorado controlará un fideicomiso maestro, la razón es simple y en el mejor interés de los inversionistas: si cada uno de las 5000 personas solicitara un fideicomiso individual, los costos, entre honorarios legales, fiduciarios, de ingeniería y por inscripción ante las instituciones gubernamentales, superarían los seis mil dólares por propiedad. Como el propio señor Butler lo expresó: "No hay suficientes notarios en Mexicali para procesar 5 mil fideicomisos en un plazo de tiempo razonable; tomaría años completar las transferencias”.
El Dorado no le negaría a un individuo tramitar su propio fideicomiso, la opción existe. Aparte del tiempo adicional, los problemas y los costos, no hay un beneficio particular del fideicomiso individual. Bajo el fideicomiso maestro, el beneficiario del mismo puede vender su propiedad a otro extranjero, quien obtiene un nuevo fideicomiso. El nuevo fideicomiso no formaría parte del fideicomiso maestro existente. Si el comprador es de nacionalidad mexicana, la propiedad se registraría directamente a su nombre y el fideicomiso sería disuelto.
La inquietud de que Rancho El Dorado elevará las aportaciones de los propietarios de manera excesiva es un riesgo que se corre en todas las comunidades cerradas. La evidencia indica que Rancho El Dorado no ha cobrado inmoderadamente hasta la fecha, ¿Por qué habría de cambiar eso?
Los impuestos sobre la propiedad son muy bajos en México y no deberían representar una carga importante; con relación a estos, El Dorado demostrará a los propietarios que, realmente, han sido pagados al gobierno.
Como consultores para inversionistas extranjeros, estamos francamente sorprendidos de la generosidad mostrada por Pat Butler al desechar estos contratos de renta sin esperar una ganancia económica para Rancho El Dorado. Los 3 mil 700 dólares son para cubrir únicamente los costos bancarios y los honorarios del notario y de las instituciones de gobierno. Típicamente, la conversión fideicomiso representa un pago significativo para el arrendador. En una situación similar, en Cabo San Lucas, este tipo de conversión está costando a los inversionistas cantidades que fluctúan entre los 50 y los 100 mil dólares por el privilegio.

...

Comentarios