Desde Pro esteros

Naturaleza sin fronteras.

Por César Iván Manríquez Castro*
viernes, 17 de febrero de 2017 · 00:00
La naturaleza no conoce fronteras. Animales, plantas y cualquier organismo vivo en la naturaleza crece, se desarrolla y se mueve de acuerdo a sus necesidades. Cualquiera, excepto el ser humano. Nosotros nos regimos principalmente por cuestiones políticas y sociales. Para muestra, qué mejor botón que el tristemente famoso muro que el Presidente número 45 de los Estados Unidos de América se ha propuesto construir en nuestra frontera.
Este muro, además de los aspectos que se han mencionado en casi todos los medios (violación de derechos humanos, detrimento en las relaciones internacionales, cuestiones económicas, etc.) traerá consigo afectaciones a la vida silvestre, particularmente a los animales migratorios.
Afortunadamente, muchas de las especies que migran por nuestro estado son aéreas o marinas. Cada año miles de animales cruzan la frontera entre México y Estados Unidos para pasar el invierno o bien para reproducirse en nuestro país. Algunas de ellas representan un atractivo turístico que nos deja un beneficio económico. A continuación, tres ejemplos.
El primero nos lo ofrece la Mariposa Monarca. Este insecto realiza una asombrosa migración de miles de kilómetros desde Canadá hasta México, la cual abarca varias generaciones (las mariposas que nacen en México no son las mismas que llegan a Canadá). En Michoacán, se ofrecen visitas guiadas a las zonas donde habita este insecto durante su estancia en nuestro país.
El segundo ejemplo lo representa la Branta negra, ave que año tras año viaja desde el Ártico hasta el noroeste mexicano para pasar el invierno y que es aprovechada en San Quintín como especie cinegética, es decir, para la cacería regulada, lo cual ofrece a los prestadores de servicios una oportunidad de trabajo.
El último, la Ballena gris. Para los ensenadenses es común escuchar hablar del avistamiento de ballenas como actividad turística. Sin embargo, esta se extiende a lagunas más sureñas de nuestra península, como Ojo de Liebre, San Ignacio y Bahía Magdalena, donde también es aprovechada la visita de estos majestuosos organismos con fines ecoturísticos.
Como estos hay más ejemplos de migraciones exitosas. Sin embargo, para animales terrestres, como mamíferos y reptiles, las estructuras como el muro fronterizo, resultan restrictivas y podrían afectar severamente su distribución, número poblacional, reproducción e incluso su sobrevivencia.
Esperemos que en el asunto del muro impere la cordura y se busquen otras soluciones ante los conflictos de nuestros países, para no afectar a nuestra fauna compartida, que no sabe de fronteras políticas.

* Coordinador Educativo de Pro Esteros


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