LA MARAÑA CÓSMICA

El planeta se recuperará… sin nosotros

Por Rolando Ísita Tornell
lunes, 8 de octubre de 2018 · 00:00

“Ya no sabemos en qué tono hablarles a los gobiernos del mundo”, parecieron decir los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), quienes analizaron que medio grado más de temperatura global en el planeta nos llevaría a tener 50% más manifestaciones climáticas que las que ya nos tienen alarmados, en una reunión que sostuvieron la semana pasada en Incheon, Corea del Sur.

El IPCC es un grupo de la ONU de alrededor de 50 científicos que representan a más de 130 países, galardonado con el Nobel de la Paz en 2007. En 2015 llegaron a un acuerdo en Paris para que los gobiernos limitaran el calentamiento de la atmósfera del planeta a 1.5 grados centígrados, para hoy día ya subió 1 grado.

Según se reporta en un artículo publicado este 5 de octubre en el diario The Washington Post, el Ártico ya rebasó los 1.5 grados. La Antártida y Groenlandia ya tienen muchos pies de aumento del nivel del mar y las principales muertes han sido los arrecifes de coral en todo el mundo, nichos ecológicos de suma importancia para la salud del ecosistema global.

“Los países prometieron, pero no han cumplido”, dijo Drew Shindell, experto en clima de la Universidad de Duke, “no han reducido las emisiones de dióxido de carbono” (gas producido por la combustión de petróleo y carbón, además de la respiración).

El problema inmediato para resolver en 10 años es lo que los expertos del IPCC llaman el “presupuesto del carbono”. Hoy emitimos 41 mil millones de toneladas de CO2 al año, así que tendríamos un límite de combustión de 410 mil millones de toneladas divididos en una década.

Existe además un problema no contemplado que reduciría ese margen, como el derretimiento del permafrost (una delgada alfombra de hielo en el Ártico), pues liberaría enormes cantidades de metano, otro gas contribuyente al calentamiento global, además del inevitable por el excremento.

Ese límite de 1.5 grados centígrados es posible pero sólo si efectuamos cambios drásticos en nuestra vida cotidiana para lograr la descarbonización. Para el 2030 tendríamos que haber disminuido en un 40% las emisiones de dióxido de carbono y para mediados del siglo las sociedades ya no deberíamos emitir nada, cero emisiones.

Esto significaría no más vehículos de combustión interna, eliminación de las centrales eléctricas que funcionan con carbón y no más aviones de combustibles fósiles, entre otras cosas. ¿Estamos dispuestos a cambiar radicalmente nuestro modo de vida? De otra manera no cambiaríamos nuestro modo de muerte… Ojo, el planeta se recuperará, ya lo ha hecho… pero sin nosotros.

* Comunicación de la Ciencia UNAM-Ensenada

risita@dgdc.unam.mx
 

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