Mirador

miércoles, 20 de agosto de 2014 · 21:33
"Cantando la cigarra pasó el verano entero.”.
La hormiga, en cambio, trabajó todos los días, y así llenó sus graneros.
Cuando llegó el invierno la cigarra no tuvo qué comer. 
Fue con la hormiga y le pidió que compartiera con ella un poco de su pan.
La hormiga, soberbia, se negó. 
Feneció de hambre la cigarra. El Señor, que gusta de la música, la llevó a vivir con él. 
Desde el cielo nos llega la canción de la cigarra. A veces esa canción se llama Mozart; otras veces se llama Debussy.
La hormiga no la oye.
Sigue trabajando.
Trabajando.
Trabajando.

¡Hasta mañana!...

...

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