Mirador

miércoles, 10 de septiembre de 2014 · 22:37
A los 50 años de su edad John Dee presentó en Oxford una lectio sobre la frase evangélica "El Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir”.
En su disertación expuso estas ideas: "... Sólo al hombre otorgó Dios el don de la libertad. Así, cada hombre debe orientar su libertad al bien de todas las criaturas -animadas e inanimadas-, pues de todas es cuidador a causa de su libertad con vocación de bien. El hombre no es rey de la Creación, sino siervo de lo creado: colabora con Dios para llevar las cosas y los seres hacia su perfección. Toda sabiduría, entonces, ha de ser instrumento para el bien; todo conocimiento, entonces, ha de ser para el amor...”.
John Dee fue coetáneo y amigo -en cartas, por lo menos- de Erasmo. En las palabras del humanista inglés pueden oírse ecos de las enseñanzas del gran hombre de Rotterdam.

¡Hasta mañana!...

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