Los relevos en la Secretaría de Gobierno
Parece ser que el destino de los gobernadores de Baja California es que sus secretarios de gobierno no concluyan sus gestiones. Claro, a la hora de separarse del cargo los motivos pueden variar una enormidad.
El ex gobernador José Guadalupe Osuna Millán también se quedó sin secretario de Gobierno cuando lo llamaron de una dependencia federal. En el verano de 2010, su segundo de abordo, Francisco Blake Mora (QEPD), fue llamado por Felipe Calderón Hinojosa para hacerse cargo de la Secretaría de Gobernación, por lo que fue necesario dejar vacante su oficina bajacaliforniana. Cuando aún no cumple medio año como gobernador, Francisco Vega de Lamadrid también se queda sin su secretario de gobierno Guillermo Trejo Dozal, quien, vaya paradojas del destino, también recibió noticias de una dependencia federal, en este caso la Secretaría de Hacienda.
La diferencia es que a Trejo no lo llamaron para convertirlo en titular de una Secretaría Federal sino para decirle que lo iban a meter a la cárcel. Pequeña diferencia.
Lo cierto es que la oficina del segundo de a bordo está vacante en lo que Trejo Dozal soluciona su problemita fiscal.
Hace dos sexenios también hubo un temprano relevo en la Secretaría de Gobierno cuando al cumplir exactamente un año, Eugenio Elorduy le dio las gracias a Bernardo Borbón, el boca de lumbre y llamó a un chamaco -en aquel entonces-, Bernardo Martínez.
Por supuesto, sin afán de caer en la odiosa comparación, las circunstancias en las que Kiko Vega ha perdido a su secretario son harto distintas.
Es obvio que ni en su peor pesadilla presupuestó Trejo Dozal este escenario. A través de su cuenta de Facebook, Trejo ha dado su versión de los hechos y explicado sus razones. El secretario de gobierno asegura que se separó de la empresa Latino Health Care desde 2011 y asegura que es un tema de interpretación jurídica, pues se le imputa haber incurrido en venta de seguros sin licencia cuando lo único que hacía era ofrecer servicios médicos a bajo costo sin que hasta ahora haya alguna denuncia ciudadana en su contra. Trejo Dozal tendrá sus argumentos y deberá hacerlos valer, aunque si de apostar se trata, va doble contra sencillo a que no regresa a su cargo y es muy factible que su solicitud de licencia vaya a acabar teniendo carácter definitivo, pues estas cosas no se resuelven ni se aclaran en dos días y es difícil creer que la Secretaría de Gobierno quede acéfala demasiado tiempo.
Columna del semanario Infobaja de Tijuana.
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