Luto en la danza

México, DF. - Con los años, las palabras de George Balanchine, el gigante ruso del ballet neoclásico, adquirieron aires de premonición: "Yo he hecho la danza de mi generación, tú harás la danza de la tuya”.

 

Iban dirigidas a su estudiante mexicana, la que hubo de conocerlo en el Nueva York de los años 50, para después regresar a su tierra con una obra maestra en el portafolio: Huapango, el hito generacional del que hablaba el coreógrafo.

 

La maestra Gloria Contreras, autora de esos pasos, falleció la noche del miércoles. Le sobreviven más de 200 coreografías y decenas de bailarines que pisaron las tablas bajo su tutela en el Taller Coreográfico de la UNAM.

 

"Yo imaginaba un laboratorio de creación dancística. Lo que tenemos ahora es una compañía de repertorio”, dijo Contreras a este diario el año pasado, en la última entrevista que concedió. "Es lo que yo quería y mucho más”.

 

Gloria Contreras, entre tantas cosas, era un ritual y dos teatros: los viernes, al Teatro Carlos Lazo, en la Facultad de Arquitectura; los domingos, a la Sala Miguel Covarrubias, en el Centro Cultural Universitario.

 

Desde 1970, la compañía que fundó para la UNAM ha ofrecido 94 temporadas que estuvieron siempre bajo su cuidado y nutridas por coreografías, que lo mismo se bailan con Stravinsky que con Arturo Márquez y los Beatles.

 

"Si tuviera que definirme políticamente te diría que soy Vasconcelista. En el sentido de que creo que el arte es un derecho del pueblo y no un adorno de los ricos”, dijo también hace un año, a pocos días de cumplir 80.

 

Y abundó: "Como José Vasconcelos, que llevó la educación y el muralismo a todo el país, en el Taller Coreográfico de la UNAM queremos llevar la danza a todas partes. Nos hemos presentado en escuelas, en cárceles, en colonias perdidas”.

 

Alumna de Nelsy D’ambre en México y de Balanchine en Nueva York -hubo otros, pero ella consideraba a éstos los fundamentales- Gloria Contreras recibió el aplauso más largo de su carrera en febrero de 1959, cuando estrenó Huapango, con la música de José Pablo Moncayo, en el Palacio de Bellas Artes.

 

Partícipe de esa ovación de nueve minutos, recibiéndola como bailarina, estaba Cora Flores. Así elogió a su maestra ayer: "Para la danza, yo considero a Gloria como un fenómeno internacional”.

 

"No creo que haya otra persona que haya estado al tanto de su compañía los años que ella estuvo, con el éxito, cambiando semana tras semana la programación”, explicó. Importante figura de la danza en este país, Flores recibió de su tutora lo que esta última no recibió de Balanchine.

 

Al enterarse de los embarazos de Contreras, el ruso le dio la espalda, propiciando una fractura que jamás se remedió y la vuelta a México después de 14 años. Cora Flores, en cambio, volvió a bailar al nacer su hijo porque Contreras le contrató a alguien para cuidarlo.