Florecen mujeres reclusas con versos

Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO

Al momento de dar título a la antología, no hubo más que cambiar una letra. Pasar de cerezo, el árbol de las delicadas flores, a Cereso, las siglas de Centro de Readaptación Social.

 

"Yo pensé que ellas estaban floreciendo ahí en la cárcel, floreciendo con sus textos, dando flores”, explica la poeta Raquel Olvera.

 

Se refiere a las nueve internas del Cereso femenil de Puebla que participaron hace dos años en su taller literario. Los textos de aquel encuentro en la cárcel, que duró nueve días, se reúnen ahora en la antología Cereso en Flor / Ser Eso en Flor, que Recién Ve la Luz.

Son textos de escape, intimidad y anhelo

"Mira, lo primero que cambió fue su mirada. También cambió la postura de su cuerpo”, cuenta Olvera. "Creo que la escritura les dio un vehículo para salir”.

 

Para aproximarse a las mujeres, utilizó su método de enseñanza "Leescribir”, que se basa en asumir que todos deberían de ser capaces de explicar su pensamiento, como un acto imprescindible.

 

"El método plantea que lo que impide escribir son bloqueos. Es un método de desbloqueo que pone ejercicios muy sencillos que permiten que la gente no tenga miedo a escribir”, explica.

 El libro, que se acompaña de ilustraciones del artista Grabiel, fue editado por el sello Letritas del Changarrito, un proyecto editorial de Máximo González a partir de su proyecto El Changarrito, que lleva arte joven a las ferias del mundo.