Humilla Chivas al Atlas y pasa a Semis

domingo, 17 de mayo de 2015 · 20:46

 

En medio de una fiesta de goles de Marco Fabián, con baile y goleada contra el Atlas, el Guadalajara logró avanzar a las Semifinales en un Clásico empañado por la barra atlista.


Al caer el gol anotado por Omar Bravo, el 4-1 de las Chivas sobre los Zorros, un primer barrista ingresó a la cancha y encaró a los jugadores con gritos de "pongan huevos" hasta que fue derribado por casi una decena de elementos de seguridad privada.

Dos minutos después el contagio de la invasión se propagó en más de una decena de tipos que saltaron al campo para buscar a Tomas Boy y a los jugadores, situación que provocó que las Chivas corrieran a su vestidor y el partido se detuvieran por más de 19 minutos.

En ese lapso de tiempo en una de las rampas de acceso de la tribuna a la cancha, creadas para evitar tragedias, se dio un encarnizado enfrentamiento entre barristas y efectivos de la Policía tapatía.

Tras controlar la situación y una charla del árbitro Francisco Chacón con los capitanes, el partido se reanudó 20 minutos después de la interrupción.

Antes Fabián había comenzado con el festival rojiblanco al minuto 4 con un golazo que fue a celebrar con un baile, enfrente de la banca del "Jefe" Boy, quien el viernes lo había acusado de escupirle en un zapato en el juego de ida.

Apenas dos minutos después Atlas reaccionó y con otro golazo de Juan Carlos Medina empató el juego.

Sin embargo, al 16' Fabián encontró el segundo tanto de su tarde mágica al vencer a un contemplativo Federico Vilar, quien ni se lanzó.

No terminaba el primer tiempo cuando Fabián coronó su mejor acción de la tarde, al tomar en el área un pase de Raúl López, recortar a Enrique Pérez y luego a Walter Kannemann y vencer en el ángulo a Vilar por tercera ocasión.

Ahí se acabó el espíritu rojinegro.

Para la segunda parte y con un Atlas vapuleado y con una extraña decisión de Boy de sacar a Kannemann, Bravo saltó fácil sobre Enrique Pérez y le ganó el remate para el 4-1 de la goleada.

Ahí acabó el fútbol y comenzó la vergüenza impuesta por los invasores del campo.

Con ello el juego bajó de intensidad y grandes sectores de la tribuna se vaciaron y decenas de palcos cerraron sus cortinas.

Las familias optaron por huir de la violencia y del miedo que han impuesto los seudo seguidores de un equipo nuevamente en su estadio.

Las Chivas se convirtieron en el equipo mejor posicionado de los semifinalistas y esperan rival.

En tanto que los Zorros tras la eliminación y un posible veto a su cancha, a partir de ahora podrían comenzar a buscar no sólo una nueva sede, sino a un nuevo técnico.

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