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Muere Havelange a los 100 años

miércoles, 17 de agosto de 2016 · 00:00
AP
Río de Janeiro, Brasil

Joao Havelange, el expresidente de la FIFA que por dos décadas transformó al organismo rector del futbol en un lucrativo negocio y en una incubadora para la corrupción, falleció a los 100 años.
Havelange, que sufría una infección respiratoria, murió ayer por la mañana, justo mientras Río de Janeiro alberga los Juegos Olímpico, informó el Hospital Samaritano de Río de Janeiro.
En 2009, Havelange encabezó la presentación de Río ante el COI para solicitar la sede de los Juegos, invitando a los miembros del organismo a "sumarse a celebrar mis 100 años” en la justa olímpica de 2016 en Brasil.
La bandera brasileña flameaba a media asta ayer en las sedes olímpicas y el Comité Olímpico Internacional envió un mensaje de condolencias a la familia de Havelange.
El brasileño expandió la Copa del Mundo de 16 a 32 selecciones y la convirtió en uno de los eventos más populares del planeta. Organizó seis mundiales como presidente entre 1974 y 1998, cuando fue reemplazado por Joseph Blatter. También consiguió lucrativos contratos, incorporó nuevas federaciones a la FIFA y creó el Mundial de mujeres.
Blatter dijo que Havelange siempre será sinónimo de la expansión del futbol y de haberlo convertido en un "lenguaje universal”.
"El futbol debe estar agradecido con él”, expresó en un comunicado. "Gracias a Joao Havelange, el futbol es el deporte más importante del mundo. No solo desde una perspectiva social, cultural y económica, sino también por su impacto económico”.

HAVELANGE  Y SU HISTORIA

La FIFA era una pequeña organización con apenas una decena de empleados cuando Havelange alcanzó la presidencia en 1974.

 

"Cuando llegué a la sede de la FIFA en Zúrich, encontré una casa vieja y 20 dólares en la cajita”, declaró alguna vez Havelange, según el portal de internet de la FIFA. "El día que me fui, 24 años después, dejé propiedades y contratos que valían 4 mil millones dólares. Yo diría que no lo hice tan mal”.

 

Fue reelegido presidente seis veces, aprovechando su capacidad para tejer redes de contactos en todo el mundo. Bajo su mando, la FIFA sumó un tercio de miembros, para llegar a más de 200 naciones y territorios, y China fue readmitida en 1980, tras salirse de la organización en 1958.

 

Se empeñó en modernizar y profesionalizar la FIFA, buscando fuentes adicionales de ingresos y así no depender sólo en los ingresos esporádicos recabados cada cuatro años en los mundiales. Fue el artífice de millonarios contratos de derechos de televisión y concretó acuerdos de patrocinio con grandes corporaciones.

"Sumé 26 mil horas de vuelo, el equivalente a pasar tres años en un avión”, recordó Havelange. "El único país que nunca visité fue Afganistán, porque no me dejaron entrar”.

 Hijo de padre belga y madre brasileña, Havelange fue un destacado atleta en sus años mozos. Sobresalió como futbolista en las inferiores del club Fluminense, pero su fuerte estuvo en la natación, representando a Brasil en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Además integró el equipo de polo acuático en los Juegos de Helsinki 1952.
Presidió la Confederación Brasileña de Futbol durante casi dos décadas, período en el que la selección ganó sus tres primeros campeonatos mundiales, en 1958, 1962 y 1970.
Havelange fue el primer presidente no europeo de la FIFA y el que más duró en el cargo, que dejó a los 82 años.
En un sondeo realizado en 1999 por el COI, Havelange quedó entre los tres grandes dirigentes deportivos del siglo XX, detrás del expresidente del COI Juan Antonio Samaranch y Pierre de Coubertin, fundador de las olimpiadas modernas. Havelange ingresó al COI en 1963.
En junio de 2006, Havelange recibió la Orden al Mérito de la FIFA.





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