#CopaMX
Obtiene Chivas la Copa MX en casa
Desde los penales el Rebaño Sagrado se coronó ante Monarcas Morelia, con lo que le dio una gran alegría a su fiel afición.
Carlos Rubio/Agencia Reforma
Guadalajara, Jalisco
En casa sabe mejor y ya hacía falta.
Después de casi 20 años, las Chivas volvieron a levantar un trofeo con su gente, en su estadio.
¿A quién le importa si fue la Copa MX? Al final de cuentas, el Guadalajara tiene que acostumbrarse a ganar todo lo que se juegue.
El gigante, al que Matías Almeyda prometió que iba a despertar, y al que en 2015 también lo llevó a ganar la Copa, tenía que demostrar ante su público el espíritu ganador y, con todo y el dramatismo de los penales, logró derrotar al Morelia desde los 11 pasos luego de terminar el partido sin goles.
Miguel Jiménez, el portero al que Almeyda le confió la Copa, se vistió de héroe y demostró porqué podían contar con él: detuvo tres penales en su noche de Copa y de gloria.
El guardameta encontró en el preparador físico, Omar Zarif, a su mejor colaborador, pues antes de la tanda le leyó un papel que decía hacia dónde cobraban los jugadores del Morelia.
El Guadalajara demostró la unidad y entrega que Almeyda le pidió en su discurso previo al juego y contagió a todos en el estadio. Porque si el más experimentado, el capitán Carlos Salcido, falló en el primer tiro, los más jóvenes estaban listos para responder.
Con el segundo penal anotado, el defensa Hedgardo Marín abrió el camino al título, que continuó con los goles de Alan Pulido y Orbelín Pineda, y concluyó con las soberbias atajadas del "Guacho”, como se le conoce al portero desde la cantera.
A quien le pregunten siempre destacará sus condiciones bajo los tres palos en los tiros desde los 11 pasos.
Porque en el juego las Chivas no pudieron liquidar en parte por la actuación del portero uruguayo de los Monarcas, Sebastián Sosa, quien detuvo dos claras de gol, a Pulido y a Eduardo López, pero en la serie definitiva sólo alcanzó a parar el primer envío.
Por eso la Copa MX le supo a gloria a los rojiblancos y por eso Jorge Vergara, dueño del equipo, bajó partiendo plaza desde su palco, como atravesando su jardín, para ser recibido por Pineda con un efusivo abrazo.
Así, después de que Salcido levantó el trofeo que acreditó a los rojiblancos como campeones, dieron la vuelta olímpica al más puro estilo del equipo más mexicano, entre notas de mariachi y la mirada y ovación de su gente.
La afición ya no tendrá que recordar con nostalgia aquella tarde de junio de 1997 cuando, contra los Toros Neza, las Chivas habían dado su última vuelta olímpica como locales.
Ahora la afición espera que la próxima vuelta de campeones llegue en mayo, en la Liga.
Guadalajara, Jalisco
En casa sabe mejor y ya hacía falta.
Después de casi 20 años, las Chivas volvieron a levantar un trofeo con su gente, en su estadio.
¿A quién le importa si fue la Copa MX? Al final de cuentas, el Guadalajara tiene que acostumbrarse a ganar todo lo que se juegue.
El gigante, al que Matías Almeyda prometió que iba a despertar, y al que en 2015 también lo llevó a ganar la Copa, tenía que demostrar ante su público el espíritu ganador y, con todo y el dramatismo de los penales, logró derrotar al Morelia desde los 11 pasos luego de terminar el partido sin goles.
Miguel Jiménez, el portero al que Almeyda le confió la Copa, se vistió de héroe y demostró porqué podían contar con él: detuvo tres penales en su noche de Copa y de gloria.
El guardameta encontró en el preparador físico, Omar Zarif, a su mejor colaborador, pues antes de la tanda le leyó un papel que decía hacia dónde cobraban los jugadores del Morelia.
El Guadalajara demostró la unidad y entrega que Almeyda le pidió en su discurso previo al juego y contagió a todos en el estadio. Porque si el más experimentado, el capitán Carlos Salcido, falló en el primer tiro, los más jóvenes estaban listos para responder.
Con el segundo penal anotado, el defensa Hedgardo Marín abrió el camino al título, que continuó con los goles de Alan Pulido y Orbelín Pineda, y concluyó con las soberbias atajadas del "Guacho”, como se le conoce al portero desde la cantera.
A quien le pregunten siempre destacará sus condiciones bajo los tres palos en los tiros desde los 11 pasos.
Porque en el juego las Chivas no pudieron liquidar en parte por la actuación del portero uruguayo de los Monarcas, Sebastián Sosa, quien detuvo dos claras de gol, a Pulido y a Eduardo López, pero en la serie definitiva sólo alcanzó a parar el primer envío.
Por eso la Copa MX le supo a gloria a los rojiblancos y por eso Jorge Vergara, dueño del equipo, bajó partiendo plaza desde su palco, como atravesando su jardín, para ser recibido por Pineda con un efusivo abrazo.
Así, después de que Salcido levantó el trofeo que acreditó a los rojiblancos como campeones, dieron la vuelta olímpica al más puro estilo del equipo más mexicano, entre notas de mariachi y la mirada y ovación de su gente.
La afición ya no tendrá que recordar con nostalgia aquella tarde de junio de 1997 cuando, contra los Toros Neza, las Chivas habían dado su última vuelta olímpica como locales.
Ahora la afición espera que la próxima vuelta de campeones llegue en mayo, en la Liga.
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