Meta Deportiva

Llueven abucheos por el Clásico Regio

lunes, 24 de septiembre de 2018 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Monterrey, NL

El Clásico 117 entre Tigres y Rayados difícilmente será recordado, al menos por lo sucedido en el campo, pues ambos equipos ofrecieron un 0-0 que lejos estuvo de cumplir las expectativas del público.

El primer tiempo del cotejo fue un auténtico soporífero, pues ninguno de los dos equipos generó peligro al frente y ambos parecían más preocupados por cuidarse de alguna sorpresa.

Lo más llamativo en esa primera mitad fueron las lesiones que aquejaron al Monterrey, mismas que tuvieron un serio impacto en el funcionamiento del equipo.

Primero, apenas al 10’, José María Basanta sintió un tirón en una carrera por el balón contra André-Pierre Gignac, obligando al técnico Diego Alonso a reemplazarlo con César Montes de inmediato.

Pocos minutos después, fue Rodolfo Pizarro quien cayó adolorido al piso, y pese a que volvió al campo tras ser revisado por el cuerpo médico, no recuperó su ritmo y fue sustituido por Jesús Gallardo al inicio de la segunda parte.

Las pocas emociones que el encuentro ofreció llegaron hasta la segunda mitad.

Aunque Rayados esbozó algo de peligro con una llegada de Rogelio Funes Mori, fue al 67’ cuando un disparo de Eduardo Vargas, desviado por un defensor, recorrió lentamente el camino hacia la meta rayada, aunque pasó a un lado del poste.

Cuatro minutos más tarde, Marcelo Barovero se vistió de héroe al detener un balón que, desviado primero por Guido Pizarro en un tiro de esquina, fue empujado por Juninho a un metro de la línea de gol, topándose con los rápidos reflejos del guardameta.

Tras perderse la anotación, el capitán felino cortó un avance de Jesús Gallardo con dirección al área, lo que le valió una segunda tarjeta amarilla que dejó con 10 hombres a los suyos a los 77 minutos de partido.

Pero la superioridad sirvió de poco a los albiazules, que no supieron generar ocasiones de gol en lo que restaba del partido.

Finalmente, sin hacerse daño, ambos equipos salieron abucheados y con un empate que, tanto a ellos como a la afición, seguramente les supo a poco.

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