Deportista de excepción

Desde su nacimiento, hace 19 años, Raúl Enrique Valdez García ha superado una serie de adversidades tras encontrarse tres veces cara a cara con la muerte.

El "Mudo”, como se le conoce en los campos deportivos de la ciudad, puede ser considerado un consentido de Dios, una verdadera bendición para sus padres, familiares y amigos.

Durante su paso por Pumas de Granjas El Gallo y Gallo F-7 se distinguió como un goleador implacable.

A dos años de haber colgado los "tacos”, recibió una nueva oportunidad, ahora como lanzador en la Liga Municipal de Softbol de Ensenada, situación que lo mantiene alejado de vicios.

Raúl nació el 14 de diciembre de 1997 padeciendo ictericia y se vio obligado a permanecer alrededor de 45 días internado debido a que sólo le trabajaba 90 por ciento del hígado.

"Por tenerlo de un sólo lado con el rayo ultravioleta de la incubadora, se le afectó parte del oído derecho y las cuerdas bucales, en ese momento nos daban la opción de llevarlo a Guadalajara, pero gracias a Dios se salvó”, dio a conocer Raúl Valdez padre.

Luego de ser sometido a terapias y ser instruido por maestros particulares, Valdez García asiste a la escuela MQH Manos que Hablan, AC.

"Ahí va poco a poco, aunque tiene una capacidad de percepción tremenda, incluso su profesora nos comentó que puede adaptarse a una escuela convencional”, apuntó.

Mostrando parte de sus avances, a través de Facebook es capaz de chatear y cuenta con dos teléfonos celulares.

La segunda gran prueba que se le presentó en la vida fue a los nueve años al ser atacado por un rottweiler, con el que convivía a diario.

"Raúl jugaba casi todos los días con el perro del vecino, el cual creció y en una ocasión, salió de su casa y a mi hijo se le hizo fácil quererlo regresar a su casa”, recordó.

Sin esperarlo, "se le prendió de la yugular, le dio otras 12 mordidas en todo el cuerpo y terminamos llevándolo bastante grave al hospital”.

Raúl Valdez García estuvo seis meses en recuperación sanando las heridas corporales, sin embargo, se necesitó ayuda psicológica para sanar mentalmente, ya que "se levantaba en las noches asustado”.

Su meteórico ascenso en el futbol, disciplina en la que brilló de los 10 a 17 años, se vio detenido debido a una afección en el corazón.

"El entrenador (Cuate) de Pumas de Granjas El Gallo notó que mi hijo tenía talento natural y lo metió a la categoría abierta desde los 13 años”, sin importar que cuatro defensas lo cuidarían, dijo, se las ingeniaba para anotar.

Aun tomando el balón en la media cancha, con la portería grabada en la mente, agregó, "se volteaba y tiraba”, explicó.

En la Liga Municipal de Futbol de Primera Fuerza y Reservas, formó parte de El Gallo F-7, uno de los equipos protagonistas.

"Jugaba tres o cuatro veces por semana y yo no lo dejaba solo, apuntaba cada uno de sus goles y en un año, tanto en el soccer como en el futbol rápido, llegó a contabilizar 259 goles”, expuso.

Hasta que tuvo que volver a un hospital para enterarse que su carrera futbolística ponía en riesgo su vida y debía terminar.

"En la Colonia Hidalgo se me desvaneció y luego de realizarle análisis y ultra sonidos, el médico que lo atendió nos informó que si seguía jugando podría sufrir un paro cardíaco”, indicó.

Recuperado de su convalecencia, "se deprimió cuatro meses y me acompañaba a los campos cuando me tocaba trabajar”.

"Come bastante y la mitad de lo que ganaba se me iba, así que un domingo, a don Alberto Mancilla se le perdieron 12 pelotas en la mañana, hablamos con él y con mi chamaco se recuperaron todas las del juego de la tarde, ahora es el ‘recoge bolas’ oficial de la IC”, puntualizó.

Como si defendiera los jardines, Raúl fildea de oído y sale al batazo en busca de la esférica, lo que le ha permitido ganarse el reconocimiento de la afición, tanto en el campo de Valle Verde como en el Manuel "Cepillo” Salgado, escenario en el que empezó a involucrarse en el softbol.

En la Academia de la Liga Municipal de Ensenada, dirigida por Roberto García, Francisco "Pochón” Nieto, Carlos Álvarez recibió sus primeros consejos.

Gracias a su dedicación y empeño, Pánfilo Valdez, Eduardo "Kimby” Romo, Mónico Álvarez, Ricardo Belloso, Mario "Tyson” Hernández y Julio Rodríguez, quienes "le tienen mucha paciencia”, se acercaron para asesorarlo.

Poseedor de curva, cambio, riser, drop y "una recta pesada”, el "caballito de batalla” de Pepillo’s Luna únicamente ha admitido un cuadrangular en 15 partidos y se fijó como meta, representar a Baja California en Campeonatos Nacionales.

"Es un muchacho disciplinado, responsable, no tiene vicios, es el mejor hijo”, ponderó Valdez Arballo.

"Mi hijo estaba ahorrando para comprarse un celular cuando me enfermé y sin pensarlo, sacó su dinero y me lo dio para comprar mi medicina, es especial en todos los aspectos”.

La familia Valdez García solicita el apoyo de la ciudadanía para adquirir un aparato, cuyo valor es de 2 mil dólares.

"Con eso se solucionaría su problema y recuperaría completamente la audición”.

Nombre: Raúl Enrique Valdez García

Fecha de nacimiento: 14 de diciembre de 1997

Lugar de nacimiento: Cabo San Lucas, Baja California Sur