Despiden a sirio pateado por reportera

Poco más de un año duró el sueño de Osama Abdul Mohsen, el refugiado sirio que recibió una patada de una periodista húngara mientras huía de la Policía en la frontera entre Serbia y Hungría.
martes, 15 de noviembre de 2016 · 15:38
Poco más de un año duró el sueño de Osama Abdul Mohsen, el refugiado sirio que recibió una patada de una periodista húngara mientras huía de la Policía en la frontera entre Serbia y Hungría.
 
 Osama se convirtió en un fenómeno mediático y rápidamente fue acogido en España por la Escuela Nacional de Entrenadores de Futbol (Cenafe), quien le hizo un contrato para que por las mañanas realizara tareas administrativas y por las tardes ayudara a los entrenadores de la escuela con algunos equipos infantiles.
 
 Pero la Cenafe no le renovó el contrato.
 
 Tras más de un año desde que aterrizara en la localidad madrileña de Getafe, Osama apenas sabe una palabra de castellano.
 
 Para hablar con él, tienen que recurrir al inglés, el idioma que más domina, al margen del árabe.
 
 "La razón de que me hayan despedido es que dicen que no he aprendido suficiente el idioma", reconoció el sirio al diario El Español.
 
 El presidente de la Cenafe, Miguel Ángel Galán confirmó el despido del sirio.
 
 "No ha hecho ningún esfuerzo por aprender (...), no podemos seguir pagándole un sueldo sin que sepa el idioma", señaló en un comunicado.
 
 Galán añadió que no es un reproche, sino un motivo profesional para la no renovación del contrato de Osama, que expiró el pasado 2 de octubre.
 
 "Dificultad para el aprendizaje de nuestra lengua pese a la insistencia de la empresa pidiendo su implicación en esta materia, impedía una correcta realización de sus funciones aumentando los inconvenientes que esto ocasionaba en la relación laboral con el resto de los empleados", reza el texto.
 
 También asegura que la decisión se tomó de mutuo acuerdo con el interesado y no de forma unilateral por parte de la empresa, apunta que los gastos de vivienda y manutención se seguirán pagando por parte de la escuela hasta noviembre de 2017.
 
 De hecho, ambas partes llegaron a un acuerdo para que el entrenador pueda mejorar sus capacidades lingüísticas.
 
 Osama ganaba cerca de 2 mil 500 euros mensuales: unos mil 200 de nómina, más 600 de gastos y otros 700 para que pudiese enviar a su mujer y otros dos hijos, que permanecen en Turquía a la espera de un visado.
 
 Desde ahora, el sirio percibirá la prestación gubernamental de desempleo durante cuatro meses, que serán aproximadamente mil euros mensuales, mientras que la vivienda y los gastos de manutención seguirán corriendo por cuenta del Cenafe hasta 2017.
 
 La escuela espera que en esos meses Osama llegue al nivel requerido para desempeñarse en el puesto.
 
 "Espero poder trabajar con ellos en febrero. Me han tratado muy bien y estoy muy agradecido", dijo Osama.
 
 El refugiado, que sigue esperando que a su familia le den el visado para salir de Turquía, reconoció que no se ve fuera de España.

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