EL MUNDO
Miente Trump 4.6 veces al día
AGENCIAS
Washington, D. C.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho 4.6 mentiras al día en promedio en sus primeros seis meses en la Casa Blanca, en decir, un total de 836 afirmaciones falsas.
Las cifras corresponden a un nivel similar al de sus primeros 100 días, cuando la media era de 4.9 al día, con un total de 492, según un estudio de The Washington Post.
Su hábito, enraizado en décadas en el mundo empresarial, no discrimina entre temáticas y ha agitado la política en Estados Unidos.
Comenzó en la campaña electoral. Pero entonces se menospreciaba como una estrategia política por conseguir la Casa Blanca y, por tanto, algo relativamente normal.
A las pocas horas de asumir la Presidencia, el vocero de Trump, Sean Spicer, insinuó lo que ahora es una realidad: los hechos importan poco en el universo Trump.
Spicer gritó a periodistas y los criticó por dar cifras inciertas sobre el número de gente que asistió esa misma mañana a la ceremonia de inauguración de Trump.
"Fue la asistencia más alta de cualquier inauguración presidencial y punto”, zanjó sentenció Spicer.
Una asesora cercana a Trump, Kellyanne Conway, defendió las palabras del portavoz y dijo que este había proporcionado hechos alternativos.
Desde entonces, la tendencia de la Casa Blanca y el presidente de Estados Unidos a propagar información incierta, parcialmente cierta o abiertamente falsa no ha cesado.
Dos de las mentiras más indiscretas durante su Presidencia las pronunció Trump durante un discurso en Polonia a principios de este mes.
El republicano afirmó que gracias a la presión de su Administración a otros países miembros, miles de millones de dólares están siendo destinados a la OTAN con mayor rapidez.
Sin embargo, la realidad es que en 2014, tres años antes de que llegara al poder, los países de la alianza acordaron aumentar el gasto individual de cada país al 2 por ciento de su Producto Interno Bruto en una década. Trump ha repetido dicho dato al menos 17 veces.
La temática varía y la frecuencia también. La reforma sanitaria de Barack Obama, Obamacare, es el tema sobre el cual Trump más miente. El republicano ha repetido al menos 44 veces alguna afirmación que describe Obamacare como un programa básicamente muerto o fallido.
Sin embargo, la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) ha señalado numerosas veces que, pese a los problemas asociados, la ley permite a millones de personas gozar de seguro médico a un costo accesible.
Las fisuras entre los republicanos del Senado se consumaron esta semana al desechar el debate de la reforma, lo que supone un duro golpe para Trump.
Muchas de sus otras mentiras tienen que ver con sus logros durante la campaña. A las tres semanas de instalarse en la Casa Blanca, Trump alardeó falsamente de haber logrado la mayor victoria electoral desde Ronald Reagan.
La realidad es que Obama y George H. W. Bush consiguieron más votos electorales. Al ser corregido por un periodista, el republicano dijo que le habían dado esa información.
Al presidente también le gusta atribuirse éxitos de los que no es responsable, como la caída del desempleo o la restauración de las exportaciones estadounidenses de carne a China, pactada en su esencia por el Gobierno de Obama.
Trump no sólo recurre a Twitter, su red social favorita, para propagar este tipo de falsedades, criticar a sus opositores y defender sus acciones.
Su breve historial como presidente sigue mostrando que no necesita ocultarse tras el teclado de su teléfono para difundir hechos alternativos si no que lo hace a menudo en entrevistas, discursos y comentarios a la prensa.
Washington, D. C.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho 4.6 mentiras al día en promedio en sus primeros seis meses en la Casa Blanca, en decir, un total de 836 afirmaciones falsas.
Las cifras corresponden a un nivel similar al de sus primeros 100 días, cuando la media era de 4.9 al día, con un total de 492, según un estudio de The Washington Post.
Su hábito, enraizado en décadas en el mundo empresarial, no discrimina entre temáticas y ha agitado la política en Estados Unidos.
Comenzó en la campaña electoral. Pero entonces se menospreciaba como una estrategia política por conseguir la Casa Blanca y, por tanto, algo relativamente normal.
A las pocas horas de asumir la Presidencia, el vocero de Trump, Sean Spicer, insinuó lo que ahora es una realidad: los hechos importan poco en el universo Trump.
Spicer gritó a periodistas y los criticó por dar cifras inciertas sobre el número de gente que asistió esa misma mañana a la ceremonia de inauguración de Trump.
"Fue la asistencia más alta de cualquier inauguración presidencial y punto”, zanjó sentenció Spicer.
Una asesora cercana a Trump, Kellyanne Conway, defendió las palabras del portavoz y dijo que este había proporcionado hechos alternativos.
Desde entonces, la tendencia de la Casa Blanca y el presidente de Estados Unidos a propagar información incierta, parcialmente cierta o abiertamente falsa no ha cesado.
Dos de las mentiras más indiscretas durante su Presidencia las pronunció Trump durante un discurso en Polonia a principios de este mes.
El republicano afirmó que gracias a la presión de su Administración a otros países miembros, miles de millones de dólares están siendo destinados a la OTAN con mayor rapidez.
Sin embargo, la realidad es que en 2014, tres años antes de que llegara al poder, los países de la alianza acordaron aumentar el gasto individual de cada país al 2 por ciento de su Producto Interno Bruto en una década. Trump ha repetido dicho dato al menos 17 veces.
La temática varía y la frecuencia también. La reforma sanitaria de Barack Obama, Obamacare, es el tema sobre el cual Trump más miente. El republicano ha repetido al menos 44 veces alguna afirmación que describe Obamacare como un programa básicamente muerto o fallido.
Sin embargo, la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) ha señalado numerosas veces que, pese a los problemas asociados, la ley permite a millones de personas gozar de seguro médico a un costo accesible.
Las fisuras entre los republicanos del Senado se consumaron esta semana al desechar el debate de la reforma, lo que supone un duro golpe para Trump.
Muchas de sus otras mentiras tienen que ver con sus logros durante la campaña. A las tres semanas de instalarse en la Casa Blanca, Trump alardeó falsamente de haber logrado la mayor victoria electoral desde Ronald Reagan.
La realidad es que Obama y George H. W. Bush consiguieron más votos electorales. Al ser corregido por un periodista, el republicano dijo que le habían dado esa información.
Al presidente también le gusta atribuirse éxitos de los que no es responsable, como la caída del desempleo o la restauración de las exportaciones estadounidenses de carne a China, pactada en su esencia por el Gobierno de Obama.
Trump no sólo recurre a Twitter, su red social favorita, para propagar este tipo de falsedades, criticar a sus opositores y defender sus acciones.
Su breve historial como presidente sigue mostrando que no necesita ocultarse tras el teclado de su teléfono para difundir hechos alternativos si no que lo hace a menudo en entrevistas, discursos y comentarios a la prensa.
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