El Mundo

Predican con el ejemplo

Contrario a los casos de EU y México, hay líderes mundiales que usan el transporte público o vuelos comerciales para sus traslados
martes, 14 de agosto de 2018 · 00:00

Agencia Reforma
Ciudad de México

Aunque la mayoría de los mandatarios utiliza para su transporte automóviles blindados o enormes aviones con la última tecnología, como en el caso de Estados Unidos o de México, hay otros que rehúyen a todo lujo y se mueven en sus vehículos particulares, aviones comerciales o hasta transporte público.

José Mujica
El caso del ex presidente uruguayo es uno de los más conocidos en cuanto a austeridad se refiere. Mujica no sólo no se mudó a la residencia oficial -durante su tiempo en Gobierno siguió residiendo en su casa en las afueras de Montevideo- sino que se transportaba en su Volkswagen Sedán 1987 (en 2010, su valor era de mil 920 dólares). Además, como mandatario nunca tuvo un avión privado; para ir a cumbres regionales o internacionales aprovechaba “aventones” en las aeronaves de sus homólogos, como la del mexicano Enrique Peña Nieto y la de la argentina Cristina Fernández.

Papa Francisco
Desde que asumió como líder de los católicos, Jorge Mario Bergoglio pidió transportarse siempre en el papa móvil abierto y sin blindaje, incluso cuando recorrió las favelas de Río de Janeiro. Además, cuando hay necesidad de tomar un autobús, siempre utiliza el mismo que el resto de los Cardenales, nunca pide uno exclusivo. En cuanto al transporte aéreo, los Pontífices nunca han tenido un avión particular; cuando requieren uno, rentan un Airbus 330 de Alitalia, y, en el caso de Francisco, éste pide que sea una aeronave sin comodidades extra, entre ellas la cama.

Joko Widodo
En 2012, cuando el ahora presidente de Indonesia era gobernador de Yakarta obligó a los funcionarios de la ciudad a no utilizar su automóvil el primer viernes de cada mes con el fin de reducir la contaminación atmosférica. La intención de Widodo era que los políticos predicaran con el ejemplo para el resto de la población.

Didier Burkhalter
El ex presidente suizo también tomaba el tren como cualquier otro ciudadano y sin guardaespaldas.

Rahm Emanuel
Otro que toma el tren para ir a su trabajo es el alcalde de Chicago. Al menos dos veces a la semana lo utiliza para llegar al Ayuntamiento.

Francoise Hollande
El miembro del partido socialista llegó al Palacio del Elíseo con la bandera de austeridad, y se definía como un ‘presidente normal’. Hollande tomaba el tren para viajar de París a otras ciudades, y de regreso. Incluso lo usó para desplazarse a una cumbre en Bruselas, todo ello con el fin de ahorrar gastos en Presidencia.

Chadchart Sittipunt
El ministro de Transporte de Tailandia se ha subido en varias ocasiones al transporte público en Bangkok para ver las dificultades que enfrenta la mayoría de la población. Incluso, pidió al resto de los ministros hacer lo mismo al menos una vez a la semana, para que puedan definir las mejoras a realizar.

En algunas ocasiones, Sittipunt ha sondeado en Facebook cuál es la peor ruta de autobús para después tomarla.

De esta forma, reportaron medios locales, el ministro se dio cuenta de que el mal servicio recaía en la gestión ineficaz del sistema en general.

“El bajo salario de los conductores y choferes de autobuses los obligó a competir con otros autobuses, lo que provocó un servicio desagradable”, señaló uno de ellos.

Sittipunt se ha subido a las moto taxis, botes de agua y tren.

David Cameron
El ex primer ministro británico pidió a los ministros de Gobierno dejar las limusinas y tomar el Metro, con el fin de que la población recobrara la confianza luego del excesivo gasto público. Además, al tomar vuelos, Cameron viajaba en línea aérea comercial.

En una visita a Estados Unidos, tomó el tren de Washington a Nueva York.

Marpadi Veerappa Moily
El ex ministro del Petróleo de India tomaba el Metro para ir al trabajo, con el fin de enseñar a ahorrar combustible. Moily buscaba predicar con el ejemplo, luego que el primer ministro le dejara la tarea de ahorrar 25 mil millones de dólares en importaciones de petróleo para ayudar al país a reducir su déficit en cuenta corriente.

Más de 200 funcionarios se sumaron a la campaña del ministro, algunos decidieron usar la bicicleta, y otros el transporte público.

Moily declaró los miércoles día de transporte público para todos los de su departamento.

Mark Rutte
Al primer ministro de los Países Bajos siempre le ha gustado utilizar la bicicleta, y ello no cambia ni para ir a una cita con el Rey. Además de usarla para desplazarse al trabajo, el año pasado pedaleó hasta la casa del monarca para informarle que acababa de formar Gobierno. Rutte es el mismo premier que acaparó las redes sociales cuando limpió él mismo el café que derramó al entrar al Parlamento.

Justin Trudeau
En 2014, cuando el ahora primer ministro de Canadá era líder del Partido Liberal y miembro del Parlamento de Montreal usaba el Metro como medio de transporte, en parte también para hacer campaña y saludar a la gente. En una ocasión, que no servían las escaleras eléctricas ayudó a cargar la silla de ruedas de un hombre.

Un día después de haber sido designado premier, Trudeau fue a su ruta usual del Metro a agradecer a los votantes haberlo elegido. El recién nombrado primer ministro no llevaba seguridad, sólo un montón de fotógrafos de prensa detrás de él, dispuestos a captar los saludos de mano, abrazos y selfies entre el político y la gente.

Malcolm Turnbull
El primer ministro de Australia es otro político que toma el tranvía para ir al trabajo. Desde que era ministro de Comunicaciones en 2013 acostumbraba hacerlo.

En 2015, realizó un viaje de Melbourne a Geelong en tren, mientras que otra parlamentaria, de su mismo partido (Liberal), pagó un viaje en helicóptero, de 5 mil dólares. Luego de la polémica, la parlamentaria devolvió el dinero, al tiempo que Turnbull precisó que él también pagó su viaje en tren: mostró que su boleto fue validado por el inspector.

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