Acusan los colonos a gerente de Cespe

San Quintín, B. C. - Vecinas de la calle Rábanos, de la colonia Las Flores, se quejaron ante Oficialía Mayor del Estado en contra del gerente regional de la Cespe en Vicente Guerrero, Jesús Alberto Torres Andrade, por lo que calificaron de mal uso de vehículos oficiales.

Mediante oficio girado a dicha dependencia los quejosos expresaron que además de la actitud "hostil” del funcionario, "que se queja de todo lo que hacemos”, se ha confrontado con varias mujeres que residen en el área.

Mencionaron que por su intolerancia, Torres Andrade las ha denunciado varias veces ante autoridades de Control y Catastro Municipal por motivos que a su parecer son "insignificantes”.

Expresaron que para ellas resulta "indignante” que el gerente regional de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada se confronte con mujeres y niños que residen sobre la vialidad, sobre la que residen Torres Andrade.

Remarcaron "que es indignante, pero que lo habíamos dejado de lado, soportar la soberbia y prepotencia del señor que se cree dueño de la calle, ya que transita sobre esta calle con exceso de velocidad, pero no sólo él sino toda su familia (esposa e hijos)”.

Pero el problema no es solamente este hecho sino que sus hijos hacen uso de los vehículos de la Cespe que al gerente regional le son asignados (que varían), señalaron.

Para las quejosas "la manera de actuar del según ingeniero hacia todos es una muestra de racismo y falta de respeto (hacia sus vecinos en general), ya que no mide las consecuencias de sus actos”.

El gerente regional de la Cespe manifestó, contundente, que el reclamo de las vecinas, "que en realidad son miembros de la misma familia”, es por los reclamos que ha hecho para que limpien la calle.

Se expresó molesto que siendo docentes sus vecinas no tengan "una cultura de limpieza”, que es el principal problema que originó la inconformidad en mención.

A este malestar se sumó su esposa, quien subrayó que se trata de una familia, Pérez Reyes, la que está inconforme por pedirles que junten su basura –sobre todo pañales– y que eviten encharcar agua residual sobre la calle.

Ambos expresaron no aceptar los señalamientos que sus vecinas –cuyas firmas aparecen en el documento enviado a Oficialía Mayor del Estado–, a quienes consideran, "sin racismo ni discriminación”, como faltos de cultura de la higiene.

"Con tal de ya no tener problemas con esta familia, estoy dispuesta a vender mi casa a alguno de sus integrantes, pero que me paguen peso sobre peso el costo”, remató la esposa de Torres Andrade.