Es Jaime Pablo Cruz promotor del futbol

 

Apasionado por el futbol, pero también preocupado por los practicantes de esta disciplina, en especial por la niñez y juventud sanquintinenses, el maestro de origen indígena, Jaime Pablo Cruz, ha dedicado no sólo su mayor esfuerzo, sino recursos económicos propios para promover e impulsar este deporte en el valle.

Sin más afán que el de contribuir para el sano desarrollo de los jóvenes de la región, se dio a la tarea de fomentar la práctica del futbol en el ejido Padre Kino, donde reside actualmente, para lo cual se hizo de un predio propio.

Este terreno se ubica el oriente de esta localidad, y tiene una superficie lo suficientemente grande para albergar dos canchas de futbol con medidas oficiales; fue adquirido y habilitado con recursos económicos por él desembolsados.

Previo a la adquisición de este predio, Pablo Cruz logró obtener el apoyo de una ejidataria del lugar, quien facilitó por dos años un espacio de las mismas dimensiones que el que ocupa en la actualidad, para la Liga de Futbol Padre Kino, que él dirige.

Reveló que durante este tiempo logró consolidar este organismo convirtiéndose en uno de los sitios de mayor concentración de practicantes de esta disciplina, quienes organizaron numerosos torneos, no sólo infantiles.

Cumplidos los dos años, y cuando ya muchos deportistas se sentían con la seguridad de contar con un lugar seguro para sus competencias, la propietaria del terreno decidió venderlo, fijando un precio que estaba al alcance del mentor bilingüe.

Indagando en la misma localidad logró contactar a otro ejidatario, con quien negoció a mejor precio el predio aledaño más al oriente con el anterior, llegando a concretar la compra-venta del espacio; en seguida se dio a la tarea de adecuarlo.

Buen practicante del futbol desde la niñez –según recuerda, sin presunción pero tampoco sin falsa modestia, él mismo– el maestro de Educación Indígena se dedicó de lleno por impulsar la práctica de este deporte allá por 1987.

En ese año, y ya como docente, fue de los primeros pobladores de la colonia Trece de Mayo, donde luego de mucho insistir ante las autoridades municipales logró, junto con otros deportistas, que se les cediera la cancha de futbol de ese poblado.

Después de promover esta disciplina en la delegación municipal Vicente Guerrero, a la que pertenece la Trece de Mayo, e intentar participar en algunos torneos que otro promotor organizaba en esa jurisdicción, sin lograrlo, decidió buscar otros horizontes.

Fue así que durante algún tiempo, y con tal de apoyar a los niños de la colonia Trece de Mayo, se tuvo que trasladar con su equipo desde Vicente Guerrero hasta la Unidad Deportiva de la colonia Lázaro Cárdenas, a 25 kilómetros de distancia.

Por las dificultades propias de esta situación, y porque llegó el momento de formar su propia familia, cambió su residencia al ejido Padre Kino. Para entonces combinaba su responsabilidad familiar con el compromiso moral de seguir apoyando el futbol.

"Surgido de la plebada, de la que llegué a conocer muy bien cómo se desenvuelve y qué consecuencias acarrea la falta de alternativas para un sano desarrollo, concluí que era necesario hacer algo para que la niñez y juventud no se desvié hacia rutas no deseadas”, subrayó Jaime Pablo.

Resultados

Durante los últimos cuatro años que lleva promoviendo el futbol en el ejido Padre Kino, la Liga ha llevado a varios niños jugar a nivel estatal en la ciudad de Tijuana, y numerosos viajes a Ensenada con el mismo propósito.

El docente y promotor deportivo comentó que en la actualidad hay dos niños de la Liga que están incluidos en la selección municipal de Ensenada que participará en la etapa estatal del Torneo de Futbol, en el cual tomarán parte equipos de los cinco municipios.

Además de estos menores, hay tres en reserva para irse al Santos Laguna, que son jóvenes que han salido de esta Liga, así como un niño de 11 años que está en la mira de varios equipos profesionales, dice con orgullo Jaime Pablo.

Pese a todos estos resultados, ninguna instancia gubernamental de ningún nivel de gobierno ha respondido a las peticiones de apoyo que el maestro ha girado para mejorar las condiciones del espacio y hacerlo más apropiado para los jugadores.

Nadie responde

Con el argumento de que el predio es particular, ninguna dependencia oficial se ha dignado a canalizar algún tipo de apoyo para este espacio, el cual requiere de material de granito para reducir la cantidad de polvo que se levanta en cada partido.

Pablo Cruz estimó que con unos 300 mil pesos se cubriría la totalidad de la superficie de las dos canchas, pero ninguna autoridad ha querido aprobar este recurso, porque la realidad es que el deporte sólo es importante para ellos de lengua para afuera.

Pero eso sí, cuando requieren las canchas, éstas dejan de ser particulares y se convierten en espacios públicos que todos tienen derecho a utilizar, observó para agregar que independientemente de si son particulares, están ahí para el servicio de la comunidad.

Tan no les importa a los funcionarios y dependencias relacionadas con el deporte que ya solicitaron el espacio para el 27 de este mes, cuando habrá una eliminatoria por parte del Sistema Educativo Estatal (SEE).

Y hablando de espacios oficialmente reconocidos, como el caso del campo de futbol La Cali, el mentor recordó que en una ocasión, la exresponsable del Inmudere, Martha Soto, informó que había un millón 700 mil pesos para ese lugar.

Pero después lo único que hizo fue quitar una "bardita” de unos 10 metros de longitud para sustituirla por otra similar; y se preguntó dónde quedó el resto del dinero, porque no se invirtió en la obra.

Una ilustración sobre la falta de apoyos oficiales y en contrapartida los gastos que debió realizar Jaime Pablo Cruz fue lo ocurrido el pasado domingo, cuando concluyó el Torneo de la Liga de Futbol Padre Kino.

Para la premiación correspondiente, ese día el docente debió desembolsar lo necesario para la compra de alrededor de 50 trofeos y 300 medallas.