¡Yo Soy San Quintín!

lunes, 26 de septiembre de 2016 · 00:00
Precampaña


Desde hace algunos meses, la mención de algunos nombres como posibles candidatos a la Presidencia de la república va tomando fuerza. Paulatinamente la intensidad de estos murmullos se incrementan hasta entrar prácticamente en las preprecampañas, aparejadas al inminente cambio de gobierno municipal y del congreso local, donde para unos más, para otros menos, pero de alguna forma hay expectativas de diversa índole, desde los que esperan la posibilidad de emplearse y colgarse de la tan perseguida ubre gubernamental, hasta los que anhelan que con el cambio de titulares en el Congreso y el Ayuntamiento repercuta en la cristalización de algún proyecto inconcluso, o que simplemente no inició con los actuales, encendiéndoles otra vez su velita, esperando a ver si con los "nuevos” la suerte cambie para ellos.
Entre el relevo de gobierno y la definición de los grupos que como en el hipódromo revisan las estadísticas para ver a qué caballo (o yegua) hay que apostarle en la próxima carrera, estas circunstancias nos mantienen en ese marasmo ya casi permanente de las acciones de gobierno que dejan de funcionar, si no es hasta que se definan esas cosas y se dirijan a donde sea necesario según el plan de trabajo que mejor les abone al proyecto político que corresponda, razón por la que usted y yo habremos de seguir esperando a que los problemas que nos aquejan sean considerados en las agendas de trabajo. Los servicios y atención médica que el IMSS y la Secretaría de Salud del estado, el agua, los servicios y la seguridad pública siguen encabezando la lista de asignaturas pendientes en San Quintín. 
De pilón, y como si sirviera de algo, se le ocurre al célebre "pre, recandidato” a la presidencia visitar a nuestra región que supongo llegó de "raite”, porque luego en su partido dicen utilizar menos recursos que todos los demás. Para el caso, lo significativo es que las cosas siguen como siempre; los más optimistas, si los hay, entusiastas esperando el cumplimiento de las promesas recibidas en las elecciones pasadas de los candidatos que resultaron electos; los que menos, esperando con ansias la precampaña para definir a quién hay que apostarle para cuando el sexenio del gobierno federal concluya y caer en la mejor posición posible, a ver si las cosas mejoran; para  los escépticos, seguir dejando correr el agua esperando a que se haga algún charco y chapotear en él. 
Lo malo es que estas condiciones son tan comunes que se podría decir que estamos acostumbrados y por eso ya no nos inmutamos ni nos preocupamos, mucho menos nos ocupamos de hacer lo necesario porque las cosas no se mantengan como están sucediendo, por el contrario, cada vez lo vemos más cotidiano y hasta nos adiestramos viviendo así. ¿Usted cómo la ve? 

Por:  Jorge A. López 
Observaciones y comentarios a jorgelopezmx10@hotmail.com

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