El Valle

YO SOY SAN QUINTÍN FIESTAS

lunes, 24 de julio de 2017 · 00:00
Se acercan las fechas en que se llevan a cabo los eventos que otrora fueran reconocidas festividades regionales a las que concurrían asistentes de toda la zona, además de un buen número de visitantes foráneos a quienes les atraía las actividades organizadas en estos eventos, considerados hasta entonces nuestras principales fiestas regionales.

A pesar de la composición multiétnica y pluricultural de nuestra población, las Fiestas de Santo Domingo y la Expo feria de Verano de San Quintín son con seguridad los eventos más emblemáticos en nuestra región, si de fiestas populares hablamos.

De manera más reciente, la organización de otros eventos como El Almejazo, la preparación de paellas y cervezas artesanales entre otros de este tipo, nos han ofrecido actividades de las que estamos ávidos los sanquintinenses. Sin embargo y al margen de menoscabar el esfuerzo por promover la identidad regional y activar la diversificación en las actividades económicas locales, la feria y las fiesta de la misión siguen siendo los eventos principales en esta parte del municipio y mantenemos la esperanza de que se recuperen y resurjan como ave fénix y vuelvan a ser lo que alguna vez fueron.

La voluntad no es ley, la ley no hace voluntad; entre reglamentos, ánimos y animadversiones la organización de los festejos han ido dando tumbos, bandazos y tropiezos vestidos de manoteos, falta de transparencia y de interés, entre otros factores que han menguado la calidad con la disminución de la concurrencia obvia en estos casos.

Para el presente año se dio a conocer a la ciudadanía la integración de un comité encargado de la organización de la Expo feria San Quintín 2017, proyecto en el que se venía trabajando ya desde algunos meses. Nuestra invitación es a ser optimistas con las expectativas de esta edición de la feria y no por la falta de capacidad de quienes se echaron a cuesta este compromiso con la sociedad de San Quintín, restándole tiempo a sus actividades particulares, tal vez son mejor remuneradas si no es que por lo menos no implican el trajín de organizar una activad de este tamaño, lo que no es poca cosa, con la alta posibilidad de salir raspado, por el número de factores a considerar.

Si es su interés, según lo manifestado por el comité organizador, las puertas están abiertas para cualquier contribución o colaboración que se quiera hacer, obviamente tomando en cuenta la viabilidad y aportaciones positivas al evento. Parte del problema es que los eventos y festividades de esta clase sean vistos y medidos sólo por los resultados económicos que arrojan una vez concluidos, dándole más importancia a la rentabilidad que a la calidad de la fiesta, las que por esta razón terminan siendo todo menos populares.

No olvidemos que el esparcimiento es parte importante en el desarrollo social, así es que apostemos por mejores eventos al alcance de las familias y de la situación económica que, en general, sostenemos los habitantes de la región, y no es que se trate de dar pan y circo al pueblo, sino de ofrecer espacios de convivencia que fortalezcan y fomenten nuestra identidad regional y la participación ciudadana que tanta falta nos hace.

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