MIRADAS
Tiene Kong regreso gigante
Desde las entrañas de la Isla Calavera se levanta el clásico monstruo de cine para otra oportunidad de brillar en las pantallas
Agencia Reforma
Ciudad de México
En algún lugar del Pacífico se levanta una isla llena de misterios. Y ahí, entre grandes montañas, inmensos lagos y criaturas bestiales, quien domina y reina es un simio gigante. ¿Su nombre? Kong.
Así arranca y a ritmo vertiginoso, Kong: La Isla Calavera, nueva adaptación de la historia, ahora dirigida por Jordan Vogt-Roberts, que se estrena hoy en cartelera.
Orden natural
En el filme, una expedición militar, a la que se suma el rastreador James Conrad (Tom Hiddleston) y la fotógrafa Mason Weaver (Brie Larson), logra traspasar la nubosidad y adentrarse con en la isla con la intención de acabar con el primate.
"Es un hábito desafortunado de los seres humanos que solemos destruir lo que no comprendemos. Lo único que necesitamos es más paciencia, compasión y empatía, que es diferente a simpatía.
"Creo que el gran poder del cine, cuando funciona, es recordar a la gente que somos más parecidos de lo que somos distintos”, consideró Hiddleston, como mensaje de la cinta, en una mesa redonda.
Y vaya que los militares, comandados por Preston Packard (Samuel L. Jackson), temen a un ser cuyas manos fácilmente destruyen helicópteros y su hocico es tan grande como para tragar de un bocado a un humano.
Pero James y Mason empiezan a entender que el animal sólo obedece a un orden natural y su intención no es hacer el mal.
Ciudad de México
En algún lugar del Pacífico se levanta una isla llena de misterios. Y ahí, entre grandes montañas, inmensos lagos y criaturas bestiales, quien domina y reina es un simio gigante. ¿Su nombre? Kong.
Así arranca y a ritmo vertiginoso, Kong: La Isla Calavera, nueva adaptación de la historia, ahora dirigida por Jordan Vogt-Roberts, que se estrena hoy en cartelera.
Orden natural
En el filme, una expedición militar, a la que se suma el rastreador James Conrad (Tom Hiddleston) y la fotógrafa Mason Weaver (Brie Larson), logra traspasar la nubosidad y adentrarse con en la isla con la intención de acabar con el primate.
"Es un hábito desafortunado de los seres humanos que solemos destruir lo que no comprendemos. Lo único que necesitamos es más paciencia, compasión y empatía, que es diferente a simpatía.
"Creo que el gran poder del cine, cuando funciona, es recordar a la gente que somos más parecidos de lo que somos distintos”, consideró Hiddleston, como mensaje de la cinta, en una mesa redonda.
Y vaya que los militares, comandados por Preston Packard (Samuel L. Jackson), temen a un ser cuyas manos fácilmente destruyen helicópteros y su hocico es tan grande como para tragar de un bocado a un humano.
Pero James y Mason empiezan a entender que el animal sólo obedece a un orden natural y su intención no es hacer el mal.
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