‘Parece que sólo están durmiendo’

Cualquier persona pensaría que maquillar cadáveres y prepararlos antes de su funeral no podría generar pasión en quienes se dedican a esa labor, sin embargo Gabriela Medrano ama "dejarlos guapos” y que las familias los recuerden como eran en vida.

Ella trabaja desde hace ocho años en Funeraria Ensenada, ubicada en avenida Cortez y Mina, donde con el tiempo logró mejorar su técnica en maquillaje y cosmetología simple. Gabriela confiesa que cuando comenzó sentía un poco de náuseas y mareo, pero que jamás ha tenido miedo o pesadillas al dormir.

"El trato con ellos es como un ritual, los recibo cuando ya están embalsamados, vestidos con la ropa que su familia entrega. Siempre me dicen que los deje bien guapos para que reciban el último adiós de sus seres queridos”, expresó Gabriela, quien se dice apasionada del trabajo que realiza.

Generalmente, agregó la maquillista, utilizamos la técnica del "sueño reposador”, es decir un maquillaje en el que parece que las personas sólo están durmiendo, pero a veces sí les ponemos más rubor, pintura en los labios, rímel, delineado de ojos y hasta les planchamos o teñimos el cabello si la familia lo solicita. 

Dentro del cuarto de maquillaje, ella cuenta con sombras, rubores, cremas de distintas tonalidades de piel, secadora, tintes, plancha para el cabello y perfumes que evitan que el cuerpo despida olor a formol con que fue repuesta la sangre del mismo.

"Hay ocasiones que la familia nos deja fotos para que nos guiemos o prefieren que les pintemos las canas y le ponemos un poco de perfume para que no huelan a formol”, explicó la maquillista, quien se ha capacitado fuera de Baja California, ya que aquí no existen cursos sobre el tema.

Recordó que una vez a una mujer la vistieron de novia, ya que tenía poco de haberse casado y murió en un accidente. La persona tenía el cabello corto, dijo, y los familiares pidieron que le colocaran extensiones y la arreglaran como el día de su boda, lo cual ha sido lo más extraño que ha hecho como maquillista.

Lo más difícil para Gabriela es arreglar la piel de personas de la tercera edad porque la textura es más rugosa, así como de quienes permanecieron muchos días o meses internados en un hospital por una enfermedad, ya que es más complicado disimular las aberturas de piel si tenían suero o algún medicamento vía intravenosa.

"Sinceramente puedo decir que es un orgullo desempeñar mi trabajo, es muy gratificante ver que estas personas podrán ser vistas como cuando vivían y que las familias nos agradezcan por ello”, concluyó Gabriela Medrano.

"Siempre me dicen que los deje bien guapos para que reciban el último adiós de sus seres queridos”