Los 20 años del Museo de Historia de Ensenada

El tiempo pasa rápido, y de pronto 20 años quedaron atrás. 

Fue en mayo de 1993 cuando el Museo de Historia de Ensenada abrió sus puertas, después de más de dos años de preparativos.

Hubo varias circunstancias muy favorables, que permitieron que este espacio llegara a abrir y consolidar su presencia en Ensenada. Por un lado el hallazgo del conchero de Las Rosas, en donde fueron rescatadas miles de piezas arqueológicas de las antiguas culturas indias que habitaron Ensenada, desde hace cuando menos 10 mil años. 

Éstas piezas justificaron que se abriera el museo, para que no fueran llevadas a otras partes por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). 

En ese entonces (1988) Natalia Badán, directora de Extensión Universitaria de la UABC en Ensenada, dio su total apoyo a Carlos Lazcano, quien coordinó el rescate arqueológico del conchero de Las Rosas, para que iniciara las gestiones y trabajos que condujeran al establecimiento del museo.

Al mismo tiempo, el Club Rotario Ensenada Centenaria decidió iniciar esfuerzos para dotar a Ensenada de un museo de historia digno. Fue don José Luis Fernández Bandini, entonces administrador del Centro Social, Cívico y Cultural Riviera, quien conociendo estos esfuerzos propuso la unión de ambos, y no sólo eso, ofreció un espacio dentro del Riviera para que el museo fuera instalado. 

Fue así que después de más de dos años de esfuerzos, el museo abrió sus puertas a la comunidad.

El pasado sábado 15 de marzo el patronato del Museo de Historia de Ensenada realizó un evento en conmemoración del aniversario. Y es bueno recordarlo, ya que el Museo de Historia de Ensenada es el más longevo de nuestra ciudad, y lograrlo, como vimos, fue un esfuerzo esencialmente ciudadano que vale la pena valorar.

El evento se llevó a cabo en el Salón Casino del Riviera, y dio principio con la bienvenida que ofreció Don Luis Lamadrid Moreno, maestro de ceremonias. Enseguida fue la presentación de la monografía de la misión de San Francisco de Borja Adac, establecida en 1762, y la segunda en lo que hoy es el estado de Baja California. 

La presentación corrió a cargo del historiador ensenadense Jorge Martínez Zepeda, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). La monografía es de mi autoría, y fue publicada por la Sociedad de la Antigua California, la que donó una parte de los beneficios de su venta al museo.

Posteriormente el Dr. Víctor Lozano Montemayor, presidente del patronato del museo, y Carlos Lazcano, director del museo, en un acto emotivo y cálido, entregaron una serie de reconocimientos a los fundadores y co-fundadores del museo, empezando por quienes fueron los pilares para que este proyecto naciera y cuajará.

Natalia Badán, por parte de la UABC; al Club Rotario Ensenada Centenaria, y a Don José Luis Fernández Bandini. Este último reconocimiento fue póstumo, y se le entregó a su hijo Don Gerardo Fernández Ruiz, en representación de la Sra. María Eugenia Ruiz, viuda de Fernández, quien no pudo asistir. 

El reconocimiento de los Rotarios lo recibió el señor Carlos Enrique García Lazcano, actual presidente del club.

También recibieron reconocimiento como co-fundadores: Ing. Carlos Carral, del Club Rotario Ensenada Centenaria; ing. Jorge Guevara Escamilla, del mismo club; Don Ignacio Crespo Pozuelo, igualmente del Club Rotario; Don Héctor Ramos Covarrubias, del mismo club; la maestra Mireya San Juan.

El maestro Luis Manuel Guzmán; el sr. José Luis Hernández; el arquitecto Jorge Salazar Hernández; y la diseñadora Joana Bielschowsky. Todos ellos realizaron esfuerzos muy meritorios como voluntarios, aportando su trabajo y apoyo económico al naciente museo.

Posteriormente los asistentes disfrutaron de un sabroso desayuno, durante el cual se tuvo una muy agradable convivencia.

El evento fue muy exitoso, teniendo un lleno total. Para su realización se contó con el importante apoyo de Don Jorge Ramírez, actual administrador del Riviera, quien dio todas las facilidades para que se realizara de la mejor manera, e igualmente colocó en las paredes del Salón Casino una serie de fotografías de todas las misiones del estado.

El evento fue organizado por el Patronato del Museo de Historia de Ensenada, cuyos miembros hacen una muy loable labor para que este proyecto salga adelante, especialmente Don Rafael González Bartrina, el ing. Enrique Courtade y el dr. Víctor Lozano.

El Museo de Historia de Ensenada es una institución sin fines de lucro. Su objetivo es promover el conocimiento y disfrute de la historia de Ensenada y Baja California. Está dirigido principalmente a las personas que viven en Ensenada, así como a sus visitantes y turistas. Sus instalaciones se encuentran dentro del edificio del Riviera, a un lado del salón Casino, aunque su acceso es por el paseo de las banderas, frente al Bulevar Costero. 

El museo está pensado sobre todo en los niños y jóvenes ensenadenses, para que sepan más sobre su tierra y tengan más motivos para amarla. 

El museo consta de siete salas en donde se puede conocer y apreciar el devenir histórico de Ensenada, desde su etapa prehistórica hasta nuestros días, pasando por la etapa indígena, misional, de los navegantes y exploradores y minera, además de exposiciones temporales con variados temas de la historia local. 

A través de una serie de colecciones de objetos antiguos y modernos, así como de fotografías, mapas y gráficas, el visitante podrá apreciar muchos de los aspectos históricos de la región. 

Todo se encuentra explicado en textos claros y breves, tanto en español como en inglés.

El museo está abierto todos los días, excepto los lunes, de las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde. Su entrada tiene un costo muy accesible, y gracias a éste se mantiene en operación, ya que no recibe ningún tipo de subsidio. 

Todos los miembros del patronato, así como el director del museo trabajan de una manera voluntaria, sin percibir salario, como una contribución a esta ciudad.

Además, en el museo se ofrecen otros servicios como venta de libros de historia regional, asesorías históricas, pláticas y conferencias, así como visitas guiadas.

Igualmente se tienen a la venta artesanías locales, especialmente las elaboradas por nuestros indígenas, como la cestería kumiai, la cerámica pa-ipai, la chaquira cucapá, así como otros elementos tradicionales de nuestras etnias.

Para el museo la visita de los niños y jóvenes es de vital importancia, ya que se pretende que en sus instalaciones identifiquen parte de sus raíces e identidades.

Estimado lector, visite el Museo de Historia de Ensenada, y más si usted radica en esta ciudad, o es nativo de ella. Conozca una parte importante de su devenir, así como elementos que nos dan identidad y raíz. 

Ame a Ensenada y para ello empiece visitando el museo, y de esta manera colaborar y apoyar esta importante obra en pro de Ensenada.

 

Su objetivo es promover el conocimiento y disfrute de la historia de Ensenada.