De lugar lujoso a “picadero”

Entre un jardín de niños y un "picadero”, se han ido enterrando los cimientos del Hotel Iturbide, edificación lujosa que únicamente puede ser evocada mediante una maqueta o fotografías antiguas del puerto de Ensenada, porque fue destruido por un incendio en 1904.

Estaba ubicado en lo que era la entrada a Ensenada, cercano al denominado cerro de El Vigía, que con el paso de los años ha sido desgajado.

A pesar de ser un sitio ampliamente documentado y referido en distintas crónicas locales, los restos pueden ser difíciles de encontrar, al estar cubiertos por maleza o confundirse con bardas recientes, mismas que también han sido vandalizadas.

El interesado en conocer el lugar puede acceder por dos puntos: el primero es utilizando el antiguo Paseo Hidalgo y tras pasar unas oficinas, subir al cerro hasta llegar a un terreno plano que colinda con un jardín de niños, ubicado a un costado de la colonia Ignacio Manuel Altamirano o Aduana. 

El otro camino es bordeando una parte del cerro a partir del único café-bar en la zona -ubicado a un costado de las ruinas de lo que fuera La casa de huéspedes Bonardi-, seguir subiendo y pasar por montones de basura hasta encontrar unas bardas llenas de grafiti y algunos residentes ocasionales, pero lo mejor es que el paseante utilice la primera opción, para evitar sorpresas de quienes utilizan el sitio como "picadero”, es decir, para drogarse.

A pesar del riesgo, el lugar ha sido visitado ocasionalmente por investigadores. Mario Lamadrid Moreno, locutor y periodista decano, recordó la ocasión en que fueron a revisar los restos.

"Una vez fuimos hace como 10 años a reconocer un poco, para ver si había alguna referencia. Fue un arqueólogo, anduvieron viendo. Hizo un estudio del lugar porque decía que de los ‘basureros’ se podían sacar muchas cosas históricas.

"Nada más que la basura que encontró era nueva: ya no te da ninguna luz, pero sí ha sido (un lugar) muy estudiado”, comentó quien fuera director del Instituto Municipal de Cultura y Desarrollo Humano de Ensenada en el XX Ayuntamiento.

Para imaginar el lujo, el espectador puede recurrir a fotos antiguas, crónicas que rondan Internet, o una maqueta resguardada en el Archivo Histórico de Ensenada.

Manuel Arturo Meillón García, jefe del archivo citado, compartió el modelo, mismo que fue donado en el 2009 por el cronista honorario de Ensenada, Heberto Peterson Legrand, quien a su vez lo obtuvo del Instituto de Cultura de Baja California (ICBC) en Tijuana.

También puede ser consultada la ficha nacional del catálogo de bienes inmuebles, que refiere que dicho hotel fue inaugurado en 1887 y "fue de los más elegantes de la costa del Pacífico” hasta el incendio del 1 de junio de 1904, y que "únicamente se conservan los cimientos de los muros y del torreón, hechos de mampostería de piedra”.

Eso refiere el texto, aunque al ver los cimientos pareciera que han sido saqueados, pues hay signos de que las piedras fueron raspadas recientemente. 

Ante la destrucción del sitio, el paseante puede detenerse en la orilla, mirar hacia la bahía y tratar de evocar el siglo XIX, cuando en el puerto apenas había mil 450 habitantes y un muelle.

Después, voltear hacia el cerro e imaginar un edifico hecho de madera, en el que había billar, gimnasio y que era visitado durante el verano por ingleses y americanos.

El escritor de revistas-libro John Reginal Southword, quien publicó Baja California Ilustrada (1899), llegó a redactar del hotel: "El famoso Hotel Iturbide construido sobre una colina que domina la población, el más inmediato, y desde cuyas espaciosas galerías se ven los risueños campistas y campos cultivados de Punta Banda, Maneadero y San Carlos, es igual a los mejores hoteles de la Costa del Pacífico por lo esmerado del servicio y las comodidades que ofrece a los viajeros”.

Fuera del romanticismo, al parecer el hotel también fue sitio de conjuras, pues aparece en las versiones relacionadas con el intento filibustero de norteamericanos e ingleses por apodarse de la entidad.

"Aunque todas coinciden en los dos hechos siguientes: en un baile por efectuarse en el Hotel Iturbide, se secuestraría al gobernador general Luis Emeterio Torres, y se anunciaría la separación de Baja California.

"La conspiración fue iniciada por norteamericanos de San Diego, pero luego fue secundada por el inglés Scott”, según los datos. 

Pero todo lo anterior es carga histórica, misma que se niega a desaparecer de la misma manera que los cimientos del incendiado Hotel Iturbide, restos saqueados que van quedando poco a poco perdidos en la hierba. 

Archivo Histórico de Ensenada

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-Inaugurado en 1887

-Destruido en incendio del 1 de junio de 1904

El Hotel Iturbide únicamente puede ser evocado mediante una maqueta o fotografías antiguas del puerto de Ensenada, porque fue destruido por un incendio.