“Queremos choferes educados, no groseros”
Debido a que el chofer de un microbús al parecer no quiso brindar el servicio a su hija, y además se portó grosero, una señora solicitó más respeto y que acaben estas conductas de algunos transportistas.
Lilia Huitrón se comunicó a El Vigía para contar su experiencia ocurrida el viernes pasado, alrededor de las 7:00 horas, en la avenida México y esquina con Calimax.
La señora llevó en automóvil a su hija al lugar de la parada, pues por cuestiones de actividades y tiempo, no podía llevarla hasta la escuela.
Al llegar el microbusero de la línea Vigía, al parecer sin justificación, ignoró a la joven, por lo que ella intentó llamar su atención tocando en repetidas ocasiones en la parte trasera de la unidad, como suelen hacerlo los usuarios.
Debido a que el chofer prefirió irse, la mujer lo alcanzó en su automóvil. Al emparejarse, le dijo que la bajaría en la siguiente esquina para que ella pudiera abordar, pero el chofer se negó y le dijo: "No la voy a subir porque está lleno”.
"¿Cuándo hacen esto? Si siguen subiendo, para que se hacen tontos”, señaló la señora, pues al hombre -moreno, delgado, según la descripción- no le importó que fuera reportado.
"Me vale madre. Repórteme. Vaya y dígales, no nos hacen nada”, fue la respuesta antes de seguir el camino. La joven, por su parte, tuvo que esperar cerca de otra hora para que volviera a pasar la ruta que necesitaba.
Lilia Huitrón consideró injusto el trato recibido por lo que exigió que ya no haya este tipo de conductas.
"Me dio coraje: queremos choferes educados, no groseros. Cuando pagan medio boleto, no les devuelven tampoco el cambio completo”, remarcó sobre su denuncia.
Lilia Huitrón se comunicó a El Vigía para contar su experiencia ocurrida el viernes pasado, alrededor de las 7:00 horas, en la avenida México y esquina con Calimax.
La señora llevó en automóvil a su hija al lugar de la parada, pues por cuestiones de actividades y tiempo, no podía llevarla hasta la escuela.
Al llegar el microbusero de la línea Vigía, al parecer sin justificación, ignoró a la joven, por lo que ella intentó llamar su atención tocando en repetidas ocasiones en la parte trasera de la unidad, como suelen hacerlo los usuarios.
Debido a que el chofer prefirió irse, la mujer lo alcanzó en su automóvil. Al emparejarse, le dijo que la bajaría en la siguiente esquina para que ella pudiera abordar, pero el chofer se negó y le dijo: "No la voy a subir porque está lleno”.
"¿Cuándo hacen esto? Si siguen subiendo, para que se hacen tontos”, señaló la señora, pues al hombre -moreno, delgado, según la descripción- no le importó que fuera reportado.
"Me vale madre. Repórteme. Vaya y dígales, no nos hacen nada”, fue la respuesta antes de seguir el camino. La joven, por su parte, tuvo que esperar cerca de otra hora para que volviera a pasar la ruta que necesitaba.
Lilia Huitrón consideró injusto el trato recibido por lo que exigió que ya no haya este tipo de conductas.
"Me dio coraje: queremos choferes educados, no groseros. Cuando pagan medio boleto, no les devuelven tampoco el cambio completo”, remarcó sobre su denuncia.
...
