Sobreviviendo a “Odile” (Parte 1)

El Vigía presenta algunos de los testimoniales recabados durante el pasado fin de semana, luego de visitar a los residentes de Bahía de Los Ángeles, quienes sufrieron los estragos de dicha tormenta tropical
martes, 23 de septiembre de 2014 · 00:00
Ciudadanos atrapados por calles vueltas arroyos profundos, otros subiendo a techos para salvarse, unos más con el agua al cuello pero con el valor suficiente para rescatar niños, son algunas de las historias de los residentes de Bahía de Los Ángeles al soportar el embate del huracán "Odile”.
La tormenta causó estragos en dicha delegación el pasado 16 de septiembre; conforme a los testimoniales, el momento más intenso fue entre las 8:00 y 10:00 horas. 
La señora Reina Grijalva Federico, dueña del restaurante "Reina´s Place”, recordó los avisos del huracán de parte de funcionarios del Ejército y Marina, pero no se previnieron las autoridades locales porque "nunca pasa nada”.
"Me dormí toda la noche oyendo la lluviecita. Como estoy en la zona baja, estaba al pendiente que no se viniera el arroyo. Cuando empezó a encharcarse el agua, busqué ayuda de los marinos porque están cerca. 
"Rápido me ayudaron a desembocar el agua hacia la parte trasera del restaurante, pero se reventaron las bardas de un lado, se vino el arroyo con mucha fuerza, arrastró mi coche, traía árboles y pedazos de carretera. Los marinos, junto conmigo, quedamos atrapados ahí. El agua corría con mucha intensidad. Estuvimos atrapados unas dos horas para poder salir y no nos arrastrara la corriente”, recordó.

Salvan a niños
Raúl Cortez, de 38 años, estaba en la zona afectada, para el lado de Punta Arena, y junto con otras personas intentó salir a la carretera pero les ganó el arroyo, por lo que tuvieron que esperar hasta ser rescatados por personas en automóvil. Después se resguardó en una casa de buenos cimientos.
"Como unos 20 kilómetros se dañó la carretera”, recordó.
Su amigo, Isamo Zuzuki, estaba en el mismo lugar y quiso cerrar su casa. Al regresar se quedó a la pasada, junto con varias familias que tenían niños.
"A él se le estaba yendo la niña y a mí me tocó cruzar dos o tres niños que eran de Tijuana, turistas y de aquí. Uno de tres meses, pero el agua nos llegaba hasta el cuello. Sobrevivimos gracias a que éramos varios hombres y nos subimos a unas casas de ahí.
"Estábamos en una casa, nos empezó a entrar el agua y tuvimos que pasarla a la última que quedaba. Los pasamos en brazos, entre el arroyo, con cuerdas y como se podía. Se me vinieron las lágrimas de impotencia porque no podíamos hacer nada. La gente de acá nos miraba, pero no podían hacer nada”, contó. 

Perdieron su casa
A diferencia de sus vecinos, la señora María Yolanda Mosqueda Fierro y su esposo José López no estuvieron presentes en la delegación, pues acudieron a Ensenada a ver un familiar enfermo. Cuando regresaron se dieron cuenta que las corrientes habían arrastrado su casa.
"Se llevó el tambo de agua, el baño, la lavadora, todo. Un pedazo del porsche y se metió el agua. Vamos a tener que volver a desenterrar la casa. Hay mucho lodo en los cuartos”, comentó Mosqueda Fierro.
Su esposo, albañil, consideró que tendrá que seguir trabajando en la construcción para volver a tener sus cosas en orden: "Ya encontramos todo destruido”.

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