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Un presupuesto mediocre

Ejecutivo y Legislativo armaron otro presupuesto inercial. El próximo año, cuando la emergencia económica nos alcance, deberán modificar a fondo el gasto público
lunes, 30 de noviembre de 2015 · 00:00
México, D. F. - México no podrá avanzar en el combate a la pobreza y la desigualdad en 2016 porque el Presupuesto de Egresos aprobado por la Cámara de Diputados para el próximo año no incentiva el crecimiento económico, advierte el analista Gerardo Esquivel.
 
El doctor en Economía por la Universidad de Harvard lamenta que, a pesar de la difícil situación económica por la que atraviesa el país, producto de la caída de los precios del petróleo, el ejecutivo federal y el congreso hayan perdido la oportunidad de corregir las inercias que afectan a las finanzas públicas.
 
Esquivel afirma que la Secretaría de Hacienda no cumplió el compromiso de revisar cada peso del gasto a fin de eficientar su uso, y el presupuesto aprobado para 2016 es inercial, no modifica de fondo la política social, no elimina gastos superfluos, no reduce la burocracia y no altera la manera en la que se ejercen los recursos públicos.
 
Por el contrario, agrega, para "cuadrar” el PEF, el ejecutivo federal y los diputados optaron por la reducción del gasto de inversión, aquel que podría actuar como impulsor del crecimiento económico.
 
"Entendemos que por la situación particularmente difícil por la caída de los ingresos petroleros, habría que hacer algún ajuste, e insisto, el ajuste no se dio en los programas sociales, no se dio en la mayor eficiencia del gasto administrativo, no se dio en la reducción de personal, en gasto de contratación; el ajuste que tenemos en los hechos es, básicamente, al gasto de inversión de Pemex y de la CFE, y eso tiene repercusiones hacia adelante”, sostiene. 
 
De acuerdo con el Proyecto de Presupuesto de Egresos -al cierre de esta edición aún no se publicaba el presupuesto aprobado- Pemex y CFE registran una reducción de más de 92 mil millones de pesos.
 
El analista económico indica que, incluso la "reestructuración” de los programas sociales realizada por Hacienda -que los reduce de mil 97 a 851 para 2016-, es una medida  cosmética, ya que no modificó el corazón de la política social.
 
"Cuando uno ve la lista del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y los programas sociales, uno encuentra que hay una multitud de programas que no están bien evaluados: que no tienen bien definida su población objetivo, que no tienen bien definido el fin que buscan alcanzar, nada de eso se modificó, el corazón de la política social sigue siendo, básicamente, lo que era hasta hace algunos años, con ajustes de maquillaje aquí y allá”, insiste. 
 
Esquivel critica también la falta de transparencia con la que Hacienda determinó la desaparición, fusión y resectorización de los programas sociales.
 
Un ejemplo de esa opacidad, dice, es la creación del Programa de Apoyo a Mujeres Productivas, que fusiona los programas de Apoyo a Mujeres Rurales y de Apoyo a Mujeres Productivas. Para Esquivel, no queda claro si el nuevo programa operará como una especie de "paraguas” o si se trata de una nueva intervención gubernamental con metas, reglas y acciones específicas.
 
"¿Cuánto de eso realmente es una reestructuración del gasto? No sabemos si es un nuevo nombre con un nuevo paraguas más amplio, si eso se tradujo en un uso más eficiente de los recursos, no parece, y eso es un ejemplo de los muchos que hay en los programas”, opina.
 
Para el investigador del Centro de Estudios Económicos de El Colegio de México, el ejecutivo y los legisladores no estuvieron a la altura de la difícil situación económica por la que atraviesa el país.
 
"No sólo se perdió la oportunidad de hacer un presupuesto más dinámico, incluso estamos tomando una alternativa que va en detrimento de eso, que es la reducción del gasto de Pemex y CFE, dos empresas que además, por la reforma energética, están en una situación más complicada porque tendrán que competir con el sector privado”, indica.
 
 
POBREZA ESTANCADA
En su opinión, la inercia del presupuesto aprobado para el próximo año y la falta de inversión en sectores que podrían dinamizar la economía dificultará el combate a la pobreza y hará de 2016 un año mediocre en materia de crecimiento.
 
"Yo veo en 2016 un año bastante estable, mediocre y que se sumará a un trienio de crecimiento mediocre. No lograremos avanzar en el combate a la pobreza, no lograremos abatir la desigualdad y seguiremos en la misma situación en la que hemos estado en estos años, desafortunadamente”, sostiene.
 
El también coordinador ejecutivo de Investigación del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República agrega que, si bien las reformas estructurales aprobadas durante los primeros 20 meses de esta administración tendrán efectos, éstos no se darán en el corto plazo.
 
En el caso de la reforma energética, habrá que esperar hasta después de 2018 para que sus efectos comiencen a impactar a la economía del país.
 
"Hay algunas dimensiones donde podrá haber algunos efectos, algunos se empiezan a ver, como en el precio de las telecomunicaciones que se han hecho más accesibles y hay más competencia, pero hay cosas que serán más o menos en el mediano y largo plazo, como la reforma educativa y la energética; son aspectos en donde no creo que veamos muchos resultados, ya no digamos este año, o el que viene o en 2017, ni siquiera hacia el último año de esta administración”, señala.
 

MOCHES E INERCIA
Pero el problema no es sólo de cuentas y asignaciones, sino de diseño.
 
El analista señala que, si bien los diputados son los responsables de aprobar el Presupuesto de Egresos, en los hechos tienen poca incidencia en la modificación del proyecto que envía el ejecutivo a través de la Secretaría de Hacienda.
 
Tienen unas cuantas semanas para analizar un documento complejo, sin contar con los conocimientos técnicos suficientes. Una situación que se agrava en años como éste, en el que arranca una nueva legislatura, con diputados inexpertos.
 
En esas circunstancias, los legisladores tienden a centrar la discusión en temas que, en la mayoría de los casos, no representan porcentajes importantes del gasto público, además de que carecen de una visión de largo plazo, pues ocupan cargos que duran sólo tres años, de ahí que sus análisis se enfoquen en temas que les interesan de manera particular.
 
"Por su propia naturaleza y por la dinámica en la que de alguna manera ha caído la Cámara de Diputados, se tiende a caer en el ajuste marginal de algunas cosas, incluyendo el ramo de los moches, recursos destinados a la pavimentación”, señala.
 
Esa dinámica explicaría la aprobación de una partida de casi 10 mil millones de pesos (Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal), mediante la cual cada uno de los 500 diputados pudo decidir en qué obra local se van a ejecutar 20 millones de pesos.
 
Esquivel considera que la responsabilidad de presentar un plan a largo plazo para eficientar el gasto público, combatir la pobreza y la desigualdad y promover el crecimiento económico era, sobre todo, del ejecutivo, ya que es éste el que debe plasmar las metas de su gobierno desde su proyecto.
 
"La exigencia debe plantearse desde la propuesta inicial del ejecutivo, donde el hecho de que no venga una visión sostenible de mediano y largo plazo termina de alguna manera materializando, porque los diputados básicamente aprueban lo que envía el presidente, con modificaciones muy menores y muy al margen”, asegura.
 
Para el doctor en Economía, el ejecutivo postergó de nuevo su promesa de eficientar el gasto público porque la situación económica del país aún no es tan grave, lo que le permite pasar a la siguiente administración la responsabilidad de tomar cartas en el asunto.
 
"Si nuestra situación fuera muy crítica tendríamos que haber tomado medidas como ocurrió en los 80, cuando el precio del petróleo se cayó y no teníamos alternativas, pero cuando las cosas no son tan drásticas como ahora, donde crecemos poquito, pero crecemos, donde el déficit es poquito, pero sigue siendo déficit, es muy fácil seguir nadando como en la inercia y seguir acumulando rezagos”, detalla.
 
El riesgo de esto, advierte, es que el país está caminando hacia ese momento crítico en el que no le quedará más opción que implementar acciones drásticas.
 
"Llegar a una situación crítica puede tomar tiempo y mientras tome tiempo, las visiones de las administraciones son de corto plazo y mientras no le explote la situación a una administración también puede postergar cualquier decisión hasta el momento que sea impostergable, hemos visto muchos casos en muchos países, en México también. Estamos hablando de que un choque de la naturaleza que fue la caída del precio del petróleo no nos sacó de la trayectoria, difícilmente veo que otra cosa nos pueda sacar”, señala.
 
Esquivel opina que en 2016 el ejecutivo federal y el congreso deberán comprometerse a hacer una revisión de fondo del gasto, de cara a la elaboración del presupuesto 2017; de lo contrario, la situación de las finanzas públicas continuará agudizándose hasta el punto en que el gobierno se verá obligado a implementar las decisiones que esta vez se rehusó a tomar.

 

FRASE
"Yo veo en 2016 un año bastante estable, mediocre y que se sumará a un trienio de crecimiento mediocre. No lograremos avanzar en el combate a la pobreza, no lograremos abatir la desigualdad y seguiremos en la misma situación en la que hemos estado en estos años, desafortunadamente”

Gerardo Esquivel
Economista de el Colmex

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