Médico sin límites

Leopoldo Morán, a pesar de dedicarse a la medicina, se graduó de abogado y hoy estudia Ciencias de la Comunicación
sábado, 28 de febrero de 2015 · 00:00
Joatam de Basabe/Colaborador
Ensenada, B. C.
 
Leopoldo Morán Díaz, oriundo de Puebla, fue uno de los primeros doctores en la zona de El Sauzal, hasta la fecha es querido y respetado por su impecable labor y amable servicio, por más de cuatro décadas. 
Nacido el 15 de noviembre de 1941 y graduado como maestro de educación primaria en 1958, Leopoldo sentía que su camino iba más por el lado de la atención médica y después de 6 años de dar clases, decidió entrar a la Universidad Autónoma de Puebla, estudió para médico cirujano y Partero, graduándose con mención honorífica, en 1970. 
"Desde pequeño me gustaba la medicina, veía yo un gatito enfermo y lo acariciaba y le daba yerbitas que tomaban los adultos; y desde entonces empezó ese deseo, desafortunadamente en ese momento mi padre, siendo soldado no tenía recursos para brindarme la carrera, a todos sus hijos nos hizo profesores de primaria”, recordó Morán Díaz. 
Leopoldo llegó a Ensenada por culpa de La Bufadora, ya que estaba haciendo su año de internado en la ciudad de Tijuana, y un Día del Médico al salir del trabajo, él y otros tres compañeros dispusieron festejar su día, con una excursión a la atracción turística ensenadense por excelencia. 
"... Cuando pasamos por El Sauzal, volteé y vi el pueblito, calles de tierra, muchas palmeras, muy quieto; dije yo: ¡Qué curioso pueblito! ¡Qué bonito lugar! Me gusta para vivir (...) al año siguiente conseguí la plaza de El Rosario, aquí adelante de San Quintín y estaba horrible, no había carretera, mas que hasta San Vicente, de San Vicente para allá, era terracería y llegando a San Quintín era brecha, no había absolutamente nada”, narró Leopoldo. 

Gente amable
Recuerda que la ciudad en aquellos tiempos era mucho más tranquila y segura, además de que se podía vivir mejor con menos dinero; aspectos como este, pero sobre todo la gente que habitaba el municipio, fueron el motivo por el cual se estableció para nunca volver, a tal grado que ahora dice sentirse ensenadense. 
"Me enamoré de su gente: lindísima, con una calidez, sencillez, amabilidad que ya extrañaba yo, Puebla es hermosa, pero desafortunadamente su gente es distinta, muy selectiva, y aquí, abierto, completamente abierto, me sorprendió, porque allá era Sr. Doctor; aquí era, Leopoldo, o ¿Cómo te llamas?, y me llamó la atención, pero lo hacían natural, no veía algún dejo de burla o de desprecio, completamente natural; eso me maravilló, lástima que ya no tengamos todo ese tipo de características los ensenadenses”, explicó Morán Díaz.
Ya que estaba trabajando en El Rosario, le fue quitada la plaza por un recomendado que traía una carta del director general radicado en la Ciudad de México, pero Leopoldo no se quedó de brazos cruzados, pidió a condición, que le dieran una plaza que estuviese libre, consiguiendo así que lo enviaran a El Sauzal; y aunque ese era un gran logro, aún le faltaba algo: su esposa e hijos, los cuales se habían quedado en Puebla. 
"Me vine casado, me vine solo y una anécdota preciosa, fue que después de un año de estar aquí, un 7 de febrero a las 6:50 de la mañana, me tocan a la puerta, y dije yo, pues alguna emergencia, abro, salgo y veo a mi mujer con mis tres niños (...) la más fabulosa y alegre sorpresa”, revivió su feliz anécdota el doctor Morán. 

Continúa superación
Especialista en sexualidad humana, con diplomados y cursos tanto en México como el extranjero, Leopoldo Morán no se queda quieto, y se fija nuevas metas; en 2008 se graduó como Licenciado en Derecho; actualmente estudia Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de baja California (UABC), carrera que, siente, le ayudará para cumplir con su próxima meta: fundar una escuela para el matrimonio. 
"Tenemos la intención de fundar una escuela para el matrimonio, con un objetivo central: buscar la permanencia en las relaciones matrimoniales; acabo de celebrar mi 50 aniversario de matrimonio con mi esposa que si tuviera la oportunidad de volverme a casar, la buscaría y me volvería a casar con ella (...) quiero hacer algo por la sociedad, por Ensenada que me ha dado tanto y que tengo necesidad de retribuirle en algo”, declaró Leopoldo.
Hoy en día se desempeña como asesor de parejas, atiendo a parejas disfuncionales y parejas que empiezan a caer en la rutina; además se le puede ver por los pasillos de la UABC Valle Dorado, donde a sus 73 años, es el más destacado estudiante en su carrera. 

"Desde pequeño me gustaba la medicina, veía yo un gatito enfermo y lo acariciaba y le daba yerbitas que tomaban los adultos”
Leopoldo Morán
Médico Cirujano y abogado

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