Orígenes de la familia Duarte en El Rosario

Alejandro Espinoza Arroyo/COLABORACIÓN*

Cuando era un joven, Luis Duarte llegó de Sonora al extremo sur de la península en compañía de su hermana Pilar y otros hermanos, ancestros directos de la familia Duarte de El Rosario. Esto sucedió entre los años 1835 y 1840; llegó al pueblo de Miraflores, Baja California Sur, región peninsular entonces conocida como partido Sur de la Baja California.

Luis se casó con la bajacaliforniana oriunda de ese lugar, Ambrosia Cossío, procreando amplia prole, entre los que se encontraban Domingo, Aniceto, y varios otros. Mientras, Pilar procreó a Úrsula Duarte, siendo los nuevos jóvenes peninsulares: Úrsula y Domingo, fueron primos hermanos.         Domingo Duarte Cossío, nacido en en 1850, en Miraflores, Baja California Sur, y Gertrudis Espinoza Marrón, fundaron la familia Duarte de El Rosario. 

Úrsula fue la madre de Tecla Peña Duarte, la fundadora de la familia "Grosso” en la península. Tanto Domingo, como Úrsula y Tecla, descansan en el panteón misionero de El Rosario.

La historia se desarrolló de la siguiente manera: El sonorense Luis Duarte arribó a la península acompañado de su hermana Pilar en busca de trabajo, él como operario de minas, labor que realizó en el extremo Sur, principalmente en San Antonio, Santa Anna y El Triunfo.

Cuando sus hijos crecieron se dedicaron al igual que él a las labores propias del campo y minas, como casi toda la población lo hacía en aquellos lejanos ayeres al encontrarse los trabajos y las relaciones laborales tan politizadas, deshumanizadas, y perseguidos por infinidad de ladrones; los mismos ladrones  que en todos los tiempos caminan detrás de los que trabajan.

Esto causó que siendo jóvenes, Domingo, Aniceto, otros de sus hermanos, la prima Úrsula y su hija Tecla, emigraran al Norte. 

El primero que llegó en su andar a lomo de bestia al rancho grande de los Espinoza, San Juan de Dios, en El Rosario,  fue Domingo, ahí conoció a la que sería su esposa y madre fundadora del linaje Duarte en El Rosario: Gertrudis Espinoza Marrón, nacida en 1855, la segunda hija del dueño por herencia del rancho, José del Carmen Espinoza Salgado, y de María de la Cruz Marrón Murillo.

Ambos eran los patrones de Domingo, y al paso de un tiempo otorgaron su consentimiento para que contrajera matrimonio con Gertrudis, lo que sucedió en el propio rancho en el año de 1872, armándose una fiesta en grande que duró varios días.

Como en 1869, había sucedido lo propio con la hija mayor de los Espinoza, María de Jesús, quien en aquel año del ‘69, se casó con el chihuahuense Ángel Loya Moreno, vaquero que fue también, al igual que su concuño Domingo Duarte Cossío, del rancho grande Espinoza.

 

Por su parte, Úrsula y la bella Tecla Peña Duarte se habían quedado en Santa Rosalía, lugar donde Tecla conoció y se casó hacia 1890, con el italiano Eduardo Boittard Grosso.

Aniceto continuó su viaje más allá de El Rosario, hacia el Norte, hasta el "Arroyo Seco”, donde dejó vasta familia Duarte desde la región de San Telmo hacia el Norte. Mientras, otros hermanos de Domingo continuaron viajando hasta la Alta California, donde también dejaron grueso linaje. El viaje de los Duarte de Sur a Norte sucedió por 1871.

Para la naciente familia Duarte Espinoza, en El Rosario, les fue concedido por los Espinoza los ranchos "San Antonio” y "Los Mártires”-no muy lejanos de San Juan de Dios- en cuyos territorios se desenvolvió la nueva familia; aunque todos los críos nacieron en San Juan de Dios, en casa de los abuelos Espinoza. 

Mientras tanto, como ya ha quedado asentado, otros hermanos de Domingo hicieron lo propio en San Telmo de Arriba y en Arroyo Seco, sitios ubicados a poco más de 120 y 140 kilómetros al Norte de El Rosario, con lo que tenemos que los Duarte de esos parajes son de la mismísima raíz ancestral, emparentados en esa región con los Arce, Espinoza de las Rosas, Warner, Acevedo, Ormart, Legazpi, y con muchos otros linajes. No por nada son tan parecidos en sus facciones, no se diga en sus costumbres.

Domingo Duarte Cossío y Gertrudis Espinoza Marrón pasaron a vivir de la sierra al pueblo de El Rosario, esto como por el año de 1895, en los tiempos en que nació su hija Dominga. 

En el pueblo, Don Domingo se hacía cargo de tierras labrantías que alistó en la zona del arroyo y que "a puro pulmón” desmontó y destronconó, de las cuales obtenía maíz, frijol, garbanzo, cacahuate, melón, sandía, zacate para las bestias. Y, en el corral, aves, puercos para la manteca, borregos, algunas vacas lecheras, burros, mulas, machos, caballos de labor, y de montar. 

Sus hijos ya adultos, como Fernando "Tilico”, Margarito, Catarino "Catano”, Concepción” "Chinito”, Salvador "Cuatito”,  Francisco "Chiculares”,y su hija Cruz, se habían casado, la mayoría en la primera y segunda década del siglo XX, así que para esa época ya tenían varios nietos, entre los que se contaban: Bárbaro "Tabaco”, Domingo,  Matea, Severiana, Placido, Eulogio "Binchura”, Diega, Leobardo "Valo”,  Guadalupe "Lupe la de Tova”, y muchísimos otros.

En la actualidad, los descendientes de todos los hijos de Domingo Duarte Cossío y Gertrudis Espinoza Marrón viven en El Rosario.

El matrimonio Duarte Espinoza perdió a un hijo llamado José del Carmen Duarte Espinoza, quien falleció por insolación a la edad de dos años cuando el niño, sin que su madre se diera cuenta, un día siguió a su padre desde la casa hasta la milpa, sin poderlo alcanzar se quedó dormido en la vereda bajo el rayo del sol, causándole la muerte por fiebre, que en realidad fue insolación y deshidratación.

 

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