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Desorden “de Primera”
Algunas zonas de la avenida Adolfo López Mateos, en la zona turística, prevalece el caos, por asaltos, prostitución e invasión de ambulantes
Nicté Madrigal/EL VIGÍA
nmadrigal@elvigia.net | Ensenada, B. C.
Además de que algunos puntos de la zona turística se han convertido en el sitio de pernocta de personas en situación de calle, también prevalecen las operaciones de compra-venta de droga, mendicidad, suciedad y la invasión de banquetas por parte de comerciantes ambulantes y establecidos, denunciaron comerciantes.
Expusieron que la prostitución es una práctica común, además de que, la falta de luz ha convertido la Primera, entre Ruiz y Gastélum, en la cuadra de los robos donde incluso han detectado la operación de los llamados "coscorroneros”.
"Son maleantes que trepan a los techos para cometer los atracos. El más reciente, significó pérdidas de 300 mil pesos para el bazar Casa Ramírez”, expusieron.
Los delincuentes ingresaron al estacionamiento que se ubica entre la calle Primera y la Teniente Azueta, desde donde pudieron subir al techo. En el sitio aún se observan las huellas por donde subieron.
Afectados por la situación mencionaron que, de acuerdo con datos recabados entre las víctimas de atracos, los ilícitos ocurren por la madrugada.
Comerciantes estimaron que uno de los factores que ha contribuido al "caos” de la calle Primera, es la falta de iluminación.
"No hay lámparas, excepto dos faroles. El comité de imagen de la calle Primera decidió quitar postes y cableados cuando ampliaban o reducían las banquetas, según convenía, y poco se ha hecho para que contemos con alumbrado público”, denunciaron.
Cero prevención
Al mismo tiempo, lamentaron que hasta ahora, los recorridos preventivos de la Policía Municipal sirvan de poco.
Además, señalaron que, a lo largo de tres años, el director de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos, Hans Appel Lafarga y otras autoridades, "no pudieron o no quisieron” poner orden en la zona.
Expusieron que la circulación para los turistas a veces es complicada, pues las banquetas están invadidas tanto por los comerciantes establecidos como por los ambulantes, o bien, los letreros de los negocios.
nmadrigal@elvigia.net | Ensenada, B. C.
Además de que algunos puntos de la zona turística se han convertido en el sitio de pernocta de personas en situación de calle, también prevalecen las operaciones de compra-venta de droga, mendicidad, suciedad y la invasión de banquetas por parte de comerciantes ambulantes y establecidos, denunciaron comerciantes.
Expusieron que la prostitución es una práctica común, además de que, la falta de luz ha convertido la Primera, entre Ruiz y Gastélum, en la cuadra de los robos donde incluso han detectado la operación de los llamados "coscorroneros”.
"Son maleantes que trepan a los techos para cometer los atracos. El más reciente, significó pérdidas de 300 mil pesos para el bazar Casa Ramírez”, expusieron.
Los delincuentes ingresaron al estacionamiento que se ubica entre la calle Primera y la Teniente Azueta, desde donde pudieron subir al techo. En el sitio aún se observan las huellas por donde subieron.
Afectados por la situación mencionaron que, de acuerdo con datos recabados entre las víctimas de atracos, los ilícitos ocurren por la madrugada.
Comerciantes estimaron que uno de los factores que ha contribuido al "caos” de la calle Primera, es la falta de iluminación.
"No hay lámparas, excepto dos faroles. El comité de imagen de la calle Primera decidió quitar postes y cableados cuando ampliaban o reducían las banquetas, según convenía, y poco se ha hecho para que contemos con alumbrado público”, denunciaron.
Cero prevención
Al mismo tiempo, lamentaron que hasta ahora, los recorridos preventivos de la Policía Municipal sirvan de poco.
Además, señalaron que, a lo largo de tres años, el director de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos, Hans Appel Lafarga y otras autoridades, "no pudieron o no quisieron” poner orden en la zona.
Expusieron que la circulación para los turistas a veces es complicada, pues las banquetas están invadidas tanto por los comerciantes establecidos como por los ambulantes, o bien, los letreros de los negocios.
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