Historia y Personajes de Ensenada

Carlos Lazcano Sahagún/Colaboración

Clazcano@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Pocos libros han sido escritos sobre la historia de Ensenada. Tengo en mente la Visión Histórica de Ensenada, publicado por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) en 1982, con motivo del primer centenario de nuestra ciudad. Posteriormente,la misma UABC, en 1999, publicó otra historia de Ensenada, pero mucho más completa ya que participaron en este trabajo numerosos historiadores, tanto del Instituto de Investigaciones Históricas de la misma universidad, como de otras instancias. 

Estos trabajos fueron bastante importantes; sin embargo, ya se agotaron hace muchos años y resulta muy difícil hacerse de un ejemplar. Los interesados que no lo tengan únicamente lo pueden consultar en la biblioteca de la UABC, o quizá en la Biblioteca Benito Juárez de Ensenada.

Hoy por hoy, el único libro de historia de Ensenada disponible, es el que escribiera don Hesiquio Treviño (1913-1999) y, que de forma póstuma, publicaron sus hijos en el año 2003. Este libro se puede adquirir en el Museo de Historia de Ensenada (que se encuentra en el Riviera) o en la librería Tecnilibros. Se trata de un libro valioso, ya que su autor fue un personaje que mucho quiso a Ensenada y dedicó más de 20 años de su vida al estudio histórico de nuestra ciudad.

El libro de don Hesiquio trata algunos de los pasajes y personajes históricos más importantes de Ensenada y lo hace de una manera certera, estudiando y analizando documentos de la época, consultando archivos y trabajando de una manera acuciosa cada detalle.

Inicia este libro con una breve síntesis histórica de nuestra ciudad.  Enseguida presenta una excelente semblanza del navegante español Juan Rodríguez Cabrillo, quien descubriera nuestra bahía allá por el año de 1542, quien la bautizara con el nombre de San Mateo. 

En el siguiente apartado, don Hesiquio incluye la reseña del estudio sobre la fundación de la misión de Santo Tomás de Aquino que realizó el doctor Albert B. Nieser, el cual es uno de los mejores trabajos sobre dicha misión. Esta misión está muy asociada a la historia de Ensenada, ya que era una de las más cercanas y llegó a tener influencia sobre nuestra bahía. Además, Santo Tomás fue capital de Baja California antes que Ensenada y Real del Castillo. 

Continúa el trabajo de don Hesiquio con la presentación de una estadística de propiedades y propietarios en el Partido Norte de Baja California en 1856. Se trata de un documento por demás interesante, que nos da una idea de algunos aspectos de la Baja California de mediados del siglo XIX. 

El siguiente capítulo está dedicado a la figura histórica del alférez José Manuel Ruiz, uno de los personajes más importantes de Baja California, quien fuera gobernador de la península y el primer propietario del paraje de la Ensenada de Todos Santos. Como pago a sus servicios, la Corona española le dio a don Manuel la posesión de los terrenos de nuestra bahía, en 1805. Don Manuel nunca los ocupó, pero se los vendió a su yerno, el cabo Francisco Javier Gastelum, en 1824, quien levantó el primer rancho, siendo así el primer habitante permanente de la bahía. Se estableció en ella junto con su familia. Su casa se encontraba donde actualmente se encuentra el Archivo Histórico de Ensenada. Recordemos que una de nuestras más importantes calles, la avenida Ruiz, debe su nombre a este personaje.

Después don Hesiquio presenta la biografía de don Manuel Clemente Rojo, quien fuera jefe político de la península y subjefe del Partido Norte. Fue él quien trasladó la capital del Partido de Santo Tomás a Real del Castillo. La influencia de don Clemente fue muy importante en los inicios de Ensenada. Don Clemente escribió reseñas históricas, fundó las primeras escuelas de nuestra entidad, defendió sus intereses. Fue un personaje visionario, quien murió en nuestra ciudad en el año de 1900.

Después, don Hesiquio presenta un listado con algunos datos relevantes de algunos de los pioneros y forjadores de Baja California y Ensenada. Aquí aporta información muy valiosa de las primeras familias de nuestra ciudad, la que complementa con otro documento que aporta nuestro autor, una lista con numerosos datos de las escrituras registradas en la Ensenada de Todos Santos entre 1882 y 1886, es decir, en los albores de nuestra ciudad. 

Se trata de un documento de primera importancia para entender y conocer cómo fueron nuestros inicios como ciudad. También comenta don Hesiquio la escritura de venta del rancho de la Ensenada de Todos Santos, efectuada en 1886 por don Pedro Gastelum a la Compañía Internacional Mexicana, lo que marcó una etapa muy importante en el desarrollo de Ensenada. 

Continua este trabajo de don Hesiquio con una serie de notas tomadas del Registro Público de la Propiedad, en donde vienen registrados las primeras compra ventas de terrenos en Ensenada.

Más adelante, se nos presenta una pequeña biografía de don Jorge Ryerson, quien fuera el primer presidente municipal de Ensenada, en 1882. Recordemos que una de las avenidas más importantes de nuestra ciudad lleva su nombre. La vida de este personaje es por demás interesante, y don Hesiquio logra en este libro un excelente y ameno resumen. 

Enseguida presenta don Hesiquio una reseña sobre los inicios de la antigua ex carcel municipal, que fuera inicialmente el cuartel de la Compañía Fija, y hoy el edificio más antiguo de nuestra ciudad. Después se hace una reseña histórica sobre la aduana en Ensenada, y los sitios en donde residió y reside. Se trata de una de las dependencias más antiguas de la ciudad, ya que data de 1877, antes que fuera fundada.

Incluye en su libro don Hesiquio una serie de semblanzas de algunos de los fundadores de nuestra ciudad: don Maximiliano Bernstein, don Cayetano Treviño, don Juan Montenegro, doña Luz R. de López y don Agustín Sanginés, quien fuera jefe político y militar del Distrito Norte de Baja California, entre1894 y 1902.

Cierra el libro con el análisis de la anulación del contrato de la Compañía Inglesa por don Venustiano Carranza, en 1917.

Acerca del autor, diremos que don Hesiquio Treviño Calderón fue un personaje muy querido y respetado en nuestra ciudad. Fue nativo de Monclova, Coahuila, donde nació el 12 de febrero de 1913. Desde muy pequeño su familia se trasladó a la ciudad de Monterrey, donde llevó a cabo todos sus estudios y formó su familia. Allá empezó a trabajar en la empresa Fábricas Monterrey, donde llegó a destacar y ocupar puestos de relevancia.

En 1955 se trasladó a Ensenada para la instalación de una planta industrial del Grupo VISA (Valores Industriales, S.A.), del cual era parte Fábricas Monterrey. A partir de 1959, don Hesiquio se quedó a radicar en Ensenada definitivamente, trayéndose a su familia y desarrollando una destacada labor empresarial, lo que le dio un lugar importante dentro de la sociedad ensenadense. En 1974 don Hesiquio se jubiló, dedicándose por entero a su trabajo de investigación histórica, la que desarrolló hasta su muerte. 

Don Hesiquio amó profundamente a Ensenada. Murió en 1999 y sus cenizas se encuentran depositadas en el templo del niño de la Salud de las Madres Adoratrices. Muchos de los que lo conocimos lo recordamos con mucho cariño y agradecemos grandemente sus contribuciones a nuestra ciudad y a su historia.

Recomendamos ampliamente su libro y, como le decíamos, este se puede adquirir en el Museo de Historia de Ensenada y en la librería Tecni-libros.