Arde ahumadora en zona noreste

lramirez@elvigia.net Ensenada, B.C.

Con pérdidas materiales totales, resultó una planta ahumadora de la colonia Ricardo Flores Magón, ubicada al noreste de la ciudad, como consecuencia de un incendio registrado durante la madrugada de ayer.

El propietario del inmueble reducido a escombros tras el siniestro, mencionó que ahí se procesaba producto del mar, para comercializarse en un puesto dentro del Mercado Negro, único sustento de varias familias.

Jaime Nieto de Maria y Campos, titular de la Dirección de Bomberos, dio a conocer que a pesar de la labor de casi 20 elementos, el fuego se propagó rápidamente en el inmueble, una construcción de madera, un vehículo en desuso y otras cosas que estaban en el mismo predio.

 El funcionario puntualizó que la planta operaba de manera irregular por la falta de permisos, en una zona rodeada de viviendas, de difícil acceso y sin la infraestructura suficiente para atender este tipo de hechos.

Labor complicada

La Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), informó que a las 03:17 horas, reportaron a través del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C-4), que se suscitaba un incendio en la calle Tulipanes, entre Almendros y Cedros.

Al sitio ubicado sobre una loma, a escasa distancia de la presa Emilio López Zamora, acudieron agentes municipales para resguardar la zona, mientras llegaban bomberos adscritos a las estaciones Norte, Obregón, Espinoza y Chapultepec.

Mientras los "apagafuego” realizaban su trabajo, vecinos de la colonia acarrearon agua en baldes y con mangueras para intentar calmar el calor que amenazaba con propagarse a las casas contiguas, desde un pequeño almacén de madera.

Información obtenida por El Vigía, refiere que debido a la falta de hidrantes cercanos, las máquinas extintoras fueron utilizadas por relevos, es decir, unos bomberos atacaban las llamas, mientras otros se trasladaban a las fuentes de agua más cercanas para abastecerse.

Aunque el riesgo fue controlado, el personal se mantuvo en el sitio por más de dos horas hasta sofocar las últimas brasas y escombrar el material que estuviera en riesgo de derrumbarse u ocasionar algún accidente.

 Cabe agregar que el siniestro abarcó las instalaciones de la ahumadora, horno, herramientas, materiales e incluso pescado que se iba a preparar para su venta, sin embargo, el dueño consideró como una fortuna que no resultara alguien lesionado.