481 años de la primera fundación de La Paz

Este tres de mayo, se conmemorarán 481 años de que Hernán Cortés, el fundador de México, hiciera el primer intento de establecer una colonia hispana en la actual bahía de La Paz.

En 1532 Hernán Cortés inició un ciclo de exploraciones para conocer la realidad geográfica del Pacífico mexicano. Además buscaba, entre otras cosas, encontrar el mítico paso que se suponía debería unir el Pacífico con el Atlántico, mucho más al norte que el Estrecho de Magallanes. También quería encontrar una ruta hacia la tierra de la especias, establecer contacto con Asia, y encontrar las fabulosas Siete Ciudades de Oro.

La primer navegación que enviara no pasó de las costas de Sinaloa. Sin embargo, al año siguiente, en 1533, envió una nueva navegación para explorar la costa más al noroeste. El resultado más importante de esta entrada fue el hallazgo de la bahía de La Paz, Baja California Sur. 

En ese tiempo, pensaron que la región era una isla. Como esta expedición fue todo un fracaso y culminó con la muerte de la mayoría de los navegantes a manos de los indios guaycura, Cortés decidió organizar una nueva entrada, en la que él mismo participaría.

 

Así, el tres de mayo de 1535, hace 481 años, Cortés desembarcó en la bahía de La Paz, y la bautizó con el nombre de Santa Cruz, precisamente por el día de su llegada. 

La intención de Cortés era fundar una colonia, por lo cual llegó con un contingente de más de 300 personas; en la costa de Sinaloa se quedó otro tanto, algunos con sus esposas, listos para seguirlo y participar en la nueva aventura.

Sin embargo, casi desde el principio, las cosas le empezaron a funcionar mal. Los indios guaycura de la región le pintaron una raya en la arena declarándole la guerra. Esta fue una guerra de guerrillas, a lo cual no estaban acostumbrados los españoles, por lo que los indios empezaron a diezmarlos.

Por otro lado, Cortés esperaba encontrar bastimentos y grupos indígenas sedentarios con los cuales pudiera comerciar, pero eso no existía. El clima tan hostil de la península no permitía ningún tipo de agricultura; los grupos humanos que la habitaban eran totalmente nómadas y dependían de la caza, la pesca y la recolección, por lo que no tenían ningún tipo de producto para intercambiar. 

Además, los hombres de Cortés esperaban encontrar oro y perlas; de hecho, estaban persiguiendo el mito de las amazonas, añorando enriquecerse rápidamente.

Total que la colonia empezó a fracasar y, a pesar de todo el empeño que Cortés puso para que el proyecto funcionara, sus hombres comenzaron a desmoralizarse y pedirle que regresaran. 

Razones no les faltaban; en pocos meses, los guaycuras habían matado a más de cien hombres y a la mayoría de los caballos; no pocos habían muerto de hambre. Para rematar, no habían encontrado nada de oro ni riqueza. Uno de ellos afirmó que "la tierra de Santa Cruz era la más perversa que había en el mundo”. Así les estaba yendo.

Para Cortés, el conquistador de los aztecas y formador de la Nueva España, regresar a México con una derrota humillante de ese tamaño, era enfrentarse al ridículo y a la burla, por lo que se resistió lo más que pudo ante el fracaso, y se quedó en la península un año.

Finalmente, su esposa envió un barco a buscarlo, suplicándole que regresara y que se dejara de cosas. Que se conformara con haber conquistado el imperio azteca y que ya no siguiera porfiando con el destino.

En el tiempo que Cortés estuvo en Santa Cruz, inició un pequeño poblado en donde hubo alcaldía, capilla, fortificaciones y otras cosas. Nombró como alcalde mayor al doctor Juan González de Valdivieso y repartió otros cargos. Santa Cruz fue el antecedente más remoto de la actual ciudad de La Paz, B. C. S.

 

Los soldados bautizaron la punta como Cabo California, porque les pareció que correspondía con la descripción de la isla California de la novela "Las Sergas de Esplandián”; fue ahí que, por vez primera, el término se utilizó para un punto de la península.

Desde Santa Cruz, Cortés envió cuatro expediciones para explorar el interior de la tierra. Por el sur llegaron hasta Cabo San Lucas, dándole la vuelta, y por el norte alcanzaron hasta la bahía Magdalena. El mismo Cortés estuvo personalmente en Cabo San Lucas, y fue cuando sus soldados bautizaron a la punta como Cabo California, porque les pareció que correspondía con la descripción de la isla California que se hacía en la novela, famosísima en esos tiempos, de "Las sergas de Esplandián”. Fue ahí que por vez primera el término se utilizó para un punto de la península y poco después se aplicaría a toda ella, hasta nuestros días.

En abril de 1536 Cortés regresó a la Nueva España, derrotado física y moralmente de su aventura en Santa Cruz. A los pocos meses, el resto de sus hombres dejó Santa Cruz y pasarían más de 60 años antes de que Vizcaíno hiciera otro intento de fundar una colonia en la bahía de La Paz. 

Sin embargo, Cortés se recuperó y, tres años después, envió más navegaciones a seguir explorando la tierra que había descubierto, es decir, la península de Baja California, que gracias a sus hallazgos e intentos se volvió mexicana.

La segunda fundación de La Paz ocurrió en 1596, por Sebastián Vizcaíno, quien le dio a la bahía su actual nombre de La Paz. La colonia establecida por Vizcaíno sólo funcionó pocos meses. Vizcaíno pretendió explotar las perlas y con eso sustentar la colonia, pero fracasó.

La tercera fundación ocurrió a principios de abril de 1683, cuando el padre Eusebio Kino y el Almirante Isidro de Atondo y Antillón establecieron en la bahía la misión de Nuestra Señora de Guadalupe de Californias, la cual funcionó solamente cuatro meses. Esta fue la primera misión fundada en California. El fracaso de este intento se debió a que los soldados, al mando de Atondo, no supieron tratar a los guaicura, lo que originó un fuerte levantamiento que obligó a huir a los hispanos.

La cuarta fundación de La Paz fue realizada por los misioneros jesuitas Juan de Ugarte y Jaime Bravo, el 4 de noviembre de 1720, cuando dieron inicio a la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz Airipí. Esta misión funcionó pocos años. En 1734 fue abandonada y destruida durante el violento levantamiento de los pericú.

La quinta fue por el soldado José Espinoza, en 1811, de la cual parte la actual ciudad de La Paz.