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Hay negligencia del Gobierno: Talavera
La diputada dijo que las autoridades deben respetar el Tlcan y establecer acciones concretas para regularizar autos usados importados
Ciudad de México
En vista de que el Gobierno Federal, la Secretaría de Hacienda y otras dependencias no han cumplido con la obligación de permitir la libre importación de automóviles procedentes de Estados Unidos o Canadá e incluso la han impedido y obstaculizado, la diputada María Eloísa Talavera Hernández presentó un punto de acuerdo por el que exhorta a las autoridades competentes a dar cabal cumplimiento a lo establecido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan), en materia de importación de vehículos usados.
La diputada urgió a los secretarios de Hacienda y de Economía, así como a los titulares del Servicio de Administración Tributaria y de la Administración General de Aduanas a que respeten y den cumplimiento a lo establecido en el Tlcan, concretamente a lo determinado en el Anexo 300-A.2, referente a la importación de vehículos usados provenientes de los vecinos países del norte.
EQUILIBRIO ENTRE PARTES
Acompañada del sector empresarial de las Cámaras de Comercio de los siete estados fronterizos y de la Concanaco, Talavera Hernández refirió que debe de privilegiar la responsabilidad en el gobierno federal y lograr la convivencia entre los armadores de autos y los comerciantes de autos usados en la frontera norte del país.
Dijo que no se debe dar más peso a ninguna de las partes interesadas, pues va en contra de los intereses de los ciudadanos; deben de convivir y fortalecerse para lograr un verdadero avance.
Recordó que se calcula que en México hay cerca de 7.4 millones de vehículos usados importados, y las entidades de la zona fronteriza del norte del país concentran la mayor parte de este tipo de vehículos, de los cuales 800 mil circulan en Baja California.
Ante esto, la legisladora fronteriza urgió a al Ejecutivo Federal, senadores, gobernadores y diputados de la frontera norte a que protejan más de un millón de empleos que están en juego, al deprimir la actividad del comercio de autos usados de procedencia extranjera.
Debe de privilegiar la responsabilidad en el gobierno federal y lograr la convivencia entre los armadores de autos y los comerciantes de autos usados en la frontera norte del país.
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