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Necesaria una política para el supercómputo

sábado, 11 de noviembre de 2017 · 00:00

Redacción/EL VIGÍA
Ensenada, B. C.

“Estamos en un momento muy crítico para el supercómputo en general y para el desarrollo de la ciencia y tecnología en nuestro país. Se está haciendo una brecha enorme entre lo que tenemos nosotros (en infraestructura y masa crítica) y lo que está pasando en Europa, en Asia, en Estados Unidos. El diferencial se ha hecho enorme, y creo muy importante que podamos definir a muy corto plazo una verdadera política respecto a cómo queremos fortalecer, crecer y consolidar el supercómputo en México”.

Esto lo señaló Isidoro Gitler, director del Centro de Supercómputo Abacus del Cinvestav-IPN (que alberga el equipo más potente en Latinoamérica), quien si bien destacó el crecimiento que están teniendo distintos centros a partir de los llamados laboratorios nacionales de supercómputo que, por regiones geográficas, se están gestando en México, es una iniciativa que, por su dimensión, resulta pequeña si se compara con lo que está sucediendo a escala mundial.

Entrevistado en el marco de la reunión anual 2017 que celebró en el Cicese la Red Mexicana de Supercómputo (Red MexSu), Isidoro Gitler dijo que “lo que no hemos resuelto todavía y es fundamental, es una infraestructura robusta de carreteras informáticas (con la que) podamos comunicarnos con el Cicese de una manera rápida y eficaz, con la UNAM, con la gente que está en Puebla, con la que está en Chiapas, para crear las sinergias de investigación que se necesitan”. Habló de una revolución que todo el mundo de los nuevos paradigmas del conocimiento.

Reunión anual
Sobre la reunión anual de la Red MexSu (una red temática de Conacyt), su responsable técnico, el Raúl Rivera Rodríguez, dijo que se realizó aquí del 8 al 10 de noviembre y que participaron los principales laboratorios nacionales de supercómputo, centros de investigación y universidades que hacen uso de este entorno en México, así como investigadores y el personal que impulsa y administra los recursos.

Comentó que la red elaboró un estudio de factibilidad y recomendó sobre lo que debe ser el crecimiento del supercómputo en México. Entre estas recomendaciones destaca lo inviable de crear un sólo centro nacional de supercómputo, por lo complicado que resultaría traspasar la información y resultados. En su lugar, plantearon contar con centros de supercómputo por regiones (noroeste, noreste, occidente, central y sur del país).

Centro en Cicese
Dijo que por cuestiones de conectividad (11 giga bites por segundo –Gbps–) y por ser Ensenada un polo científico y académico, “vemos muy viable que un centro regional de supercómputo (el del noroeste) esté en el Cicese”.

Esta capacidad a la que hace referencia Raúl Rivera, quien es director de Telemática en este centro de investigación, creció significativamente en cinco años y pasó de 211 núcleos en 2011, a 3 mil 500 en 7 clusters hacia finales de 2016, que equivalen a cerca de 200 teraflops. Sin embargo, como está fragmentada, la capacidad real equivale a un tercio de la que tiene actualmente el centro Abacus, que suma 430 teraflops.

¿Y qué significa tener 430 teraflops de capacidad? Isidoro Gitler hace la analogía: es como tener 25 mil laptops trabajando simultáneamente. La velocidad de comunicación entre sus componentes sería equivalente a transmitir 13 DVD en un parpadeo, y podría almacenar 6 mil veces todos los volúmenes que hay en la biblioteca “José Vasconcelos” de la Ciudad de México, la más grande del país.

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