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Breve historia de los independientes

Vigentes en el Porfiriato y la época postrevolucionaria, éstas candidaturas fueron proscritas por el PRI entre 1946 y 2012; en su nueva época, han dado como resultado 20 funcionarios “sin partido”
martes, 21 de noviembre de 2017 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad dd México

El primer candidato independiente en la historia moderna de México no triunfó, pero quedó inmortalizado en uno de los murales más famosos de Diego Rivera.

Se trata de Nicolás Zúñiga y Miranda, un zacatecano que, entre 1865 y 1924, fue ocho veces candidato sin partido a la Presidencia de la República.

Diego Rivera retrató al llamado “candidato perpetuo” debajo de Porfirio Díaz, quien se inclina hacia él para entregarle una bandera de México y una banda tricolor. Sobre una silla presidencial, colocada entre ambos personajes, reposa un ejemplar de El Mexicano, el periódico del Club Político Nacional, la organización dirigida por Zúñiga para respaldar sus aspiraciones presidenciales.

Pero ese mural lleva por título Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. En la realidad, los candidatos independientes en México rara vez han cumplido sus anhelos.

Prohibión de Ávila Camacho
Las candidaturas independientes no estuvieron prohibidas en las leyes mexicanas, sino hasta 1946, cuando el entonces presidente Manuel Ávila Camacho promovió una reforma política que daba a los partidos el derecho exclusivo de postular candidatos.

En las leyes electorales de 1911 y 1918, se establecía que los candidatos no dependientes de partidos políticos tendrían los mismos derechos conferidos a los candidatos de éstos.

Sin embargo, los independientes de la época apenas son registrados en los libros de historia: Valentín Reséndiz y Vicente Sánchez, en 1910; Nicolás Zúñiga, en 1910, 1917, 1920 y 1924, y Rafael Sánchez Tapia, en 1940.

Son más recordados los personajes que encabezaron movimientos antisistema o escisiones dentro de la familia revolucionaria, para competir con los candidatos presidenciales impulsados por el régimen.

José Vasconcelos, en 1929; Antonio I. Villarreal, en 1934, y Juan Andreu Almazán, en 1940, fueron los más trascendentes.

Reforma tras Castañeda
En la segunda mitad del siglo XX, hubo intentos fallidos de registrar candidaturas independientes a nivel local. Y fue hasta 2001, después de la alternancia en la Presidencia, cuando comenzaron a llegar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, juicios de ciudadanos exigiendo el derecho a competir sin partido.

El ex canciller Jorge G. Castañeda intentó registrar su candidatura independiente a la Presidencia en 2005, y le fue negada, por lo que llevó su caso a la Suprema Corte de Justicia (que ratificó la negativa) y a tribunales internacionales. En 2008, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado mexicano a reformar sus leyes para garantizar el derecho de sus ciudadanos a ser electos.

En diciembre de 2009, después de un movimiento importante de activistas ciudadanos que promovieron el voto nulo en las elecciones federales intermedias, el entonces presidente, Felipe Calderón, envió una iniciativa al Congreso en la que se proponía legalizar esta figura, lo cual ocurrió hasta después de las elecciones de 2012.

En agosto de ese año, se publicaron las reformas a los artículos 35 y 116 de la Constitución, que crearon la figura de candidatos independientes y, en mayo de 2014, se promulgó la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales que regula estas candidaturas.

Esto dio pie a que, en las elecciones federales y locales de 2015, hubiera cientos de aspirantes sin partido a algún cargo de elección popular.

Ese año, 325 ciudadanos iniciaron el trámite para ser candidatos independientes; 144 llegaron a la boleta, y sólo seis ganaron.

Efervescencia
Los independientes obtuvieron gran notoriedad por los triunfos de Jaime Rodríguez “El Bronco”, en la gubernatura de Nuevo León; Alfonso Martínez, en la alcaldía de Morelia, capital de Michoacán; Manuel Clouthier, que ganó una diputación federal en Sinaloa; Pedro Kumamoto, diputado local en Jalisco, y los alcaldes de García, Nuevo León, y Comonfort, Guanajuato.

Al cierre de ese año, algunos de estos personajes intentaron generar un movimiento de candidatos sin partido de cara a las elecciones del siguiente año, en las que se renovarían más de mil 800 cargos públicos en 14 entidades.

Así, en los comicios de 2016 aumentaron los aspirantes a una candidatura independiente (523), los que obtuvieron la candidatura (304) y los que ganaron algún cargo (11). Pero las posiciones obtenidas no fueron del mismo peso que el año anterior.

Diez ganaron alguna alcaldía, destacando el caso del actual presidente de Ciudad Juárez, Chihuahua, Armando Cabada. Un independiente llegó a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México y ninguno de los 69 que buscaron una diputación en Congresos locales lograron su cometido.

Ese año, hubo 10 candidatos independientes buscando las gubernaturas de Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Puebla, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Ninguno ganó, y sólo el empresario chihuahuense José Luis “Chacho” Barraza fue competitivo: obtuvo un 18 por ciento, que lo ubicó en tercer lugar.

Para 2017, las candidaturas independientes perdieron impulso y sufrieron un franco descalabro: sólo tres obtuvieron una posición en los comicios locales celebrados en Coahuila, Estado de México, Nayarit y Veracruz.

De 236 ciudadanos que iniciaron el proceso para participar, 142 llegaron a la boleta, y los tres que ganaron lo hicieron en municipios veracruzanos: Coahuitlán, Tlacotalpan (con menos de 10 mil habitantes) y San Andrés Tuxtla (de 64 mil habitantes).

Hubo tres candidatos independientes a gobernador en Nayarit, dos en Coahuila y una en el Estado de México. Los mejor posicionados fueron Javier Guerrero, en Coahuila, e Hilario Ramírez Layín, en Nayarit; ambos obtuvieron el 11.9 por ciento de los votos. De los 99 candidatos a alcaldes, sólo ganaron los tres veracruzanos y, de los 37 aspirantes a diputado local, no ganó ninguno.

En 2018, se anticipa una nueva efervescencia de candidaturas independientes, pues se elegirán más de 3 mil 400 cargos públicos; entre ellos, la Presidencia de la República, ocho gubernaturas, 128 senadurías, 500 diputaciones federales y mil 596 presidencias municipales.

Tan sólo para cargos federales, ya existen 48 aspirantes a la Presidencia, 55 al Senado y 183 a la Cámara de Diputados que superaron el primer filtro y están recolectando las firmas necesarias para registrarse como candidatos.

En la Ciudad de México, 14 independientes consiguieron el aval de la autoridad electoral para recabar las firmas.

Será entre febrero y marzo del próximo año cuando concluyan los periodos de recolección de firmas, y cuando el INE y los institutos locales den a conocer quiénes de ellos aparecerán en la boleta en los comicios del 1 de julio de 2018.

De los mil 84 ciudadanos que han aspirado a algún cargo de elección popular por la vía independiente en los últimos tres años, sólo 20 lo han logrado.

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