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Recuerdan ejemplo de Jesús
Ayer el obispo de Ensenada, Rafael Valdez Torres encabezó la misa en el que se realizó el lavatorio de pies a 12 personas como muestra de humildad 5 fotos
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Benjamín Pacheco/EL VIGÍA
bpacheco@elvigia.net | Ensenada, B. C.
Para recordar los últimos momentos de intimidad con sus discípulos, además de recordar la lección de humildad que brindó Jesús a pesar de que lo iban a traicionar, fue celebrada ayer la cena del Señor (Lavatorio de pies) en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
El acto fue precedido por el obispo de Ensenada, Rafael Valdez Torres, quien evocó dicho encuentro con los que posteriormente serían los apóstoles y sacerdotes, encargados de la misión de continuar lo que había iniciado el Hijo del Señor.
De manera previa fue leído el santo Evangelio según san Juan (13, 1-15), que refiere dicho momento previo a la fiesta de la Pascua.
"Sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa.
"Se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido”, según el texto sagrado.
Valorar eucaristía
Los hombres se mostraron extrañados, por lo que Jesús les comentó: "El que se ha bañad, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos’. Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: ‘No estáis limpios todos”.
El obispo de Ensenada explicó que la intención es valorar la eucaristía y la entrega de Jesucristo.
"A que valoremos esa entrega de nuestro Señor Jesucristo, ese alimento de su cuerpo y sangre que nos da, para que tengamos vida.
"Hemos descuidado tanto nuestras devociones eucarísticas, el amor de Jesucristo en la eucaristía, nuestra participación en la eucaristía dominical, que es vivir la cena del Señor y comer de su cuerpo. Y realizar el mandato: tomen y coman; tomen y beban. Hagan en memoria mía”, expresó.
Fue celebrada ayer la cena del Señor (Lavatorio de pies) en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe
bpacheco@elvigia.net | Ensenada, B. C.
Para recordar los últimos momentos de intimidad con sus discípulos, además de recordar la lección de humildad que brindó Jesús a pesar de que lo iban a traicionar, fue celebrada ayer la cena del Señor (Lavatorio de pies) en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
El acto fue precedido por el obispo de Ensenada, Rafael Valdez Torres, quien evocó dicho encuentro con los que posteriormente serían los apóstoles y sacerdotes, encargados de la misión de continuar lo que había iniciado el Hijo del Señor.
De manera previa fue leído el santo Evangelio según san Juan (13, 1-15), que refiere dicho momento previo a la fiesta de la Pascua.
"Sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarle, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa.
"Se quita sus vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó. Luego echa agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido”, según el texto sagrado.
Valorar eucaristía
Los hombres se mostraron extrañados, por lo que Jesús les comentó: "El que se ha bañad, no necesita lavarse; está del todo limpio. Y vosotros estáis limpios, aunque no todos’. Sabía quién le iba a entregar, y por eso dijo: ‘No estáis limpios todos”.
El obispo de Ensenada explicó que la intención es valorar la eucaristía y la entrega de Jesucristo.
"A que valoremos esa entrega de nuestro Señor Jesucristo, ese alimento de su cuerpo y sangre que nos da, para que tengamos vida.
"Hemos descuidado tanto nuestras devociones eucarísticas, el amor de Jesucristo en la eucaristía, nuestra participación en la eucaristía dominical, que es vivir la cena del Señor y comer de su cuerpo. Y realizar el mandato: tomen y coman; tomen y beban. Hagan en memoria mía”, expresó.
Fue celebrada ayer la cena del Señor (Lavatorio de pies) en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe
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