Examinan obras en Ruta del Vino

Autoridades municipales han abierto alrededor de 100 expedientes derivados de inspecciones de catastro y control urbano en el Valle de Guadalupe.

César Cuevas Ceseña, director de Ecología y Administración Urbana, mencionó que el objetivo es conservar la imagen urbana del valle, privilegiando en tema del cultivo y de las actividades alrededor de la vid y el olivo.

En este proceso se han hecho verificaciones y, sin embargo, aún no hay resolutivos.

"Todos los expedientes están en proceso y se están dictaminando conforme al instrumento vigente, que es el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del Municipio de Ensenada”, apuntó.

Los operativos en el Valle de Guadalupe son para verificar el cumplimiento de la reglamentación y orientar a la población sobre cuáles son las gestiones que deben realizar.

Estimó que, muchas veces, por desconocimiento de la norma se incurre en irregularidades, sobre todo cuando se trata de auto-construcción 

Se trata, dijo, de invitarlos a que se regularicen y a darles los mecanismos necesarios para lograrlo.

La gran demanda que, en los últimos años, ha generado el Valle de Guadalupe en materia de edificaciones relacionadas con turismo y vivienda campestre, principalmente, ha provocado la necesidad de incrementar las inspecciones, informó César Cuevas Ceseña.

"Las tareas que hemos dado a los inspectores, es la verificación del cumplimiento de las responsabilidades en materia de licencias de construcción y ambientales, así como ver el comportamiento que ha tenido ese desarrollo, a propósito del programa que ya se generó del programa de desarrollo de la ruta del vino”, explicó.

La importancia de esto, según explicó, es ver el comportamiento del desarrollo en el área y las adecuaciones que el propio programa podrá traer a partir de la actualización que está haciendo el Instituto Municipal de Investigación y Planeación de Ensenada (IMIP).

El director de Ecología y Administración Urbana, observó que, a pesar de que no haya un reglamento, el programa establece condicionantes para el desarrollo de la zona,

El programa, por sí mismo, fija dos políticas en el valle: en la zona central del valle (primaria) la preponderancia es la actividad o debiera ser la actividad agrícola.

El propio programa establece, dependiendo de las características del uso de suelo, posibilidades de aprovechamientos para usos urbanos (cavas, hotel boutique, restaurantes).

César Cuevas recordó que el plan separa la parte urbana de los poblados de San Antonio de las Minas, El Porvenir y Francisco Zarco, con una zonificación secundaria más detallada y todos los tipos de uso que pueden compartir siendo una zona urbana.

"Las tendencias que hemos visto, es que ha habido una creciente demanda en la zona núcleo, la zona central”, indicó.

Aclaró que, en esta zonificación primaria que debiera ser más agrícola, hay una tendencia hacia lo habitacional campestre y de turismo. Es lo que se ha venido detectado y lo que deberá ser valuado en este ejercicio para hacer las adecuaciones necesarias.

"Finalmente, el reglamento es un instrumento en el que establecerán las reglas claras de cuáles son los procesos para poder hacer una acción de urbanización, en cualquiera de sus clasificaciones”, abundó.