PRINCIPAL

Los derechos y los años

Con la suscripción de México en la Cipdhpm, se obliga a proteger y atender a las personas mayores
jueves, 29 de junio de 2017 · 00:00
José Carlos García Ramírez/COLABORACIÓN*
mzen357@yahoo.com.mx | Ensenada, B. C.

Recientemente el Senado de la República convocó a conmemorar el segundo aniversario de la suscripción de la Convención Interamericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (Cipdhpm) (http://bit.ly/1j2XOWL).
Tuve el honor de alternar en esa conmemoración con Ismael Eslava Pérez, primer visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la senadora Angélica de la Peña y Verónica Montes de Oca, coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez, entre otras colegas.
La suscripción de ese documento representa para nuestro continente, una epopeya, porque es una hazaña de quienes son defensores y promotores de los derechos humanos.
El documento está compuesto de 7 capítulos y 41 artículos los cuales son todos ellos de vanguardia política, ética, socio-sanitaria, jurídica y cultural.
Por ejemplo, la terminología cambia: los términos anciano, adulto mayor, personas en plenitud, entre otros, son subsumidos ahora por la categoría personas mayores. En lo personal, me identifico con la expresión adulto mayor porque tiene una historiografía como movimiento social emergente. A finales de 1980 Uruguay, Perú, Argentina, Venezuela y México constituyeron la primera federación de adultos mayores. Con ese término se referían a los sujetos organizados que ejercían una praxis ciudadana defensora de sus derechos fundamentales (ver mi libro http://bit.ly/2s3VjrC).

Nueva referencia
De hoy en adelante y de acuerdo a la Cipdhpm, el concepto persona mayor será la nueva referencia en los análisis educativos, jurídicos, administrativos, político-económicos y gerontológicos.
Desde hace diez años, organizaciones de todo el mundo firmaron breve desplegado conminando a la comunidad internacional, especialmente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a emprender acciones concretas, reflexivas y responsables para legislar sobre los derechos de las personas mayores, pues según el documento titulado Die Rechte alter Menschen schützen 10 Gründe, warum wir aktiv werden müssen (https://www.helpage.de/material/ZehnGruende.pdf), siguen siendo el sector social más desprotegido en materia de políticas públicas y derechos humanos.
La Unión Europea cuenta con su carta de protección de los derechos de las personas mayores (http://bit.ly/2tmpU7K), la cual contiene tan sólo 10 artículos que obligan a los países de la unión a acatarlos. Estados Unidos viene interpelando a la ONU para fortalecer los Older People´s Rights (http://bit.ly/2tqz2c3) y éstos ya no sean únicamente principios declarativos, sino principios prescriptivos. En América Latina, la Declaración de Brasilia (2007), la Carta de San José sobre los Derechos de las Personas Mayores de América Latina y el Caribe (2012) y ahora la Cipdhpm (2015), representan un ideario programático de alto nivel, sin embargo, los decretos no obligan jurídicamente a los gobiernos a implementar lo suscrito, sino únicamente imponen obligaciones morales o invitan a las buenas intenciones.
De paso hay que mencionar que a dos años de la suscripción de la Cipdhpm, la cancillería mexicana, en lugar de asumir postura apátrida y de confrontación indigna contra el gobierno venezolano, debería estar atenta a lo que sucede en casa y mejor signar dicha suscripción.

Reestructurar instituto
Con la adhesión de México en la validación del documento, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, por ejemplo, tendría que ser reestructurado en sus funciones sustantivas y adjetivas para dejar de ser una estructura monolítica, pasiva y poco eficaz en términos de bienestar social y económico.
Un error cometido y nunca corregido, conlleva al fracaso. Para el gobierno mexicano, la restauración justa de las demandas sociales es un imperativo categórico irrenunciable. Firmar la Cipdhpm, es una oportunidad en términos de ser una acción positiva legítima. Aunque lo más trascendente sería poner en práctica o judicializar los contenidos del documento.
Decía José Martí: "En los pueblos libres el derecho debe ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular”. Donde existe una necesidad, nace un derecho. La realidad del México actual tiene abismales necesidades insatisfechas, especialmente las que emanan del pueblo, el cual no logra ser dueño de sí mismo y al que se le confiscan sus derechos de múltiples maneras, especialmente los que tienen que ver con la vejez o las personas mayores. Pero si existiera voluntad política y responsabilidad intergeneracional, las cosas serían de otra manera.

Erradicar la miseria
Por otro lado, el 9 de mayo del año en curso tuvo verificativo en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, la suscripción de la propuesta titulada Declaración sobre la Ilegalidad de la Pobreza. El objetivo es presionar a los organismos internacionales y en particular a la ONU para que los gobiernos atiendan y erradiquen el flagelo de la pobreza y miseria en la que está hundida el 70 por ciento de la población mundial.
Se necesita ser un zombi para no entender que la pobreza es la peor de las enfermedades. Y se necesita ser un bribón para no saber que el alimento de las minorías se convierte en el hambre de las mayorías (http://bit.ly/2sjs3BB).
La pobreza generadora de hambre es asesina y es una de las formas más violentas de humillar a las personas, arruinarles el cuerpo y herirles el alma. El hambre puede llevar al delirio, a la desesperación y a la violencia. Aquí cabe recordar la doctrina antigua: la extrema necesidad no conoce ley y el robo en función de la supervivencia no puede ser considerado crimen, porque la vida vale más que cualquier otro bien material (http://bit.ly/2t2nBEd).

Pobreza en aumento
En América Latina y en particular en México, el índice de personas mayores pobres va en aumento: 43 por ciento vive con 2 dólares diarios: el 27 por ciento con 3.5 dólares; 15 por ciento vive del apoyo familiar; 11 por ciento de pensiones y/o jubilaciones de 5-10 dólares y 4 por ciento de 40-70 dólares por día (servidores públicos de alto rango). La pobreza no es sólo el resultado de falta de oportunidades, sino fundamentalmente es producto de una terrible injusticia social e inequidad de la distribución de la riqueza (http://bit.ly/2bRTsQO).
La Declaración Interamericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y la Declaración de la Ilegalidad de la Pobreza, serán dos herramientas esenciales para emprender las luchas por el reconocimiento y la justicia social, el diseño de una política gerontológica nacional y la restauración de un nuevo Estado de Derecho basado en la democracia donde la mayoría de los mexicanos vivamos un nuevo amanecer. Claro, se trata de una utopía positiva, deseable, posible y concreta.
Concluyo con la siguiente fábula: El bosque se incendiaba. Todos los animales huían desesperados. Sólo un colibrí con el pico tomaba agua de un lago cercano y la arrojaba al fuego. Unos leones en estampida preguntaron: "¿crees apagar el incendio?”. El colibrí respondió: "solo no podré, pero hago mi parte”. Moraleja: todo esfuerzo por pequeño que sea es importante, aunque sería mucho mejor la suma de esfuerzos.

...

Galería de fotos

Comentarios