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Cuídalos más en invierno

Durante diciembre, enero y febrero aumentan las enfermedades respiratorias, las caídas y hasta los síntomas de depresión en los adultos mayores
sábado, 20 de enero de 2018 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Monterrey, N. L.

Por las características propias de su edad, los adultos mayores son más propensos a presentar ciertos padecimientos en época de invierno.

Enfermedades respiratorias, caídas, quemaduras e incluso depresión aparecen año con año en este grupo de personas alrededor de los meses de diciembre, enero y febrero, dice Raúl Gutiérrez Herrera, jefe del Departamento de Medicina Familiar del Hospital Universitario.

Por ello es necesario prevenir conociendo los cuidados especiales que necesitan una vez que aparecen los cambios de temperatura.

ACCIDENTES
Las caídas, quemaduras e intoxicaciones por monóxido de carbono y gas butano se incrementan en estas personas durante el invierno debido, principalmente, a la falta de inspección del medio ambiente en el que viven, añade Gutiérrez Herrera.

Especialmente en mujeres con osteoporosis, las caídas pueden ocasionar fracturas que dependiendo de su gravedad, podrían incluso desarrollar el síndrome de inmovilidad.

Es importante asegurarse entonces de que los pasillos y habitaciones estén bien iluminadas, que no se deje nada en el suelo con lo que se pueda tropezar, que se use el calzado adecuado, inspeccionar el área donde se encuentre la fuente de calor, si se usa calentador de gas, estufa o chimenea verificar que existe ventilación adecuada y que no haya fugas de gas o materiales flamables cerca, recomienda el médico.

ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
Debido al cambio en sus mecanismos de defensa, los adultos mayores son más vulnerables a cuadros respiratorios agudos y enfermedades infecciosas como gripa, neumonía, influenza, herpes zóster y la tos ferina.

Para prevenir estos padecimientos es necesario tener al corriente las vacunas de la gripa, enfermedades neumocócicas como la neumonía y la del tétanos.

POLIFARMACIA Y AUTOMEDICACIÓN
Con la llegada del frío, las enfermedades reumáticas aparecen y con ellas el dolor y la necesidad de tomar más analgésicos, advierte el especialista; además, el exceso de comida alta en grasas y azúcares durante las festividades también puede traer enfermedades como gastritis y/o acidez que provocan la constante automedicación.

Aunque bien aplicada es positiva, la polifarmacia puede llegar a ser un problema si ocurren interacciones entre fármaco-fármaco, fármaco-individuo y fármacos con productos naturales.

La recomendación es que no se automediquen, revisar la lista de medicamentos actuales, que el paciente vaya acompañado de un familiar a la consulta para que no haya confusión en las prescripciones y que haya comunicación efectiva entre el doctor y los pacientes para que no haya duplicidad en la prescripción.

EL FRÍO Y LA HIPOTERMIA
Debido a que sus organismos no tienen la misma capacidad de mantenerse en homeostasis o en balance, los adultos mayores deben protegerse de los cambios de temperatura sobre todo con una vestimenta adecuada.

La hipotermia es la presencia de temperatura corporal menor o igual a 35 grados y es considerada una emergencia médica. Los signos de alarma son los temblores incontrolables, la disminución de la memoria, deshidratación, somnolencia e inconsciencia.

La vestimenta debe concentrarse en usar guantes, gorras, sombreros, bufandas y calcetines de lana, pues hay que recordar que la mayor parte del calor del cuerpo se pierde por la cabeza, manos y pies, dice el especialista.

Además, la dieta habitual necesita incluir calorías y se debe tener cuidado con no salir de inmediato a la intemperie después de bañarse.

LA PIEL Y LA RESEQUEDAD
Con el envejecimiento, la piel pierde elasticidad, adelgazándose y haciéndose más frágil, lo cual, aunado a las condiciones del invierno como el viento frío o seco proveniente de sistemas de calefacción, pueden provocar xerosis o piel seca.

La prevalencia de otras enfermedades como la diabetes o la tiroides hipoactiva, también pueden dar como resultado esta condición, complicarse en invierno y provocar un rascado crónico con riesgos de infección.

Se recomienda estar muy bien hidratado y ponerse lubricantes en la piel varias veces al día; además es aconsejable tomar baños diarios con agua templada, cerrar ventanas y evitar corrientes de aire.

MALNUTRICIÓN Y DESCONTROL DE ENFERMEDADES
Con las reuniones sociales de la temporada, los adultos mayores con alguna enfermedad de base como diabetes, hipertensión arterial, (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica) EPOC, asma o males cerebrovasculares, pueden interrumpir su tratamiento o bien, empeorarlo.

La alimentación saludable debe contener alimentos variados y equilibrados, ricos en fibras como frutas, verduras y granos enteros y preferentemente carnes blancas como pollo y pescado.

La hidratación también es muy importante. En la tercera edad, las personas pueden experimentar disminución de la sed y presentar deshidratación, por ello se sugiere ingerir el agua necesaria para mantener hidratado el organismo, según el estado físico de cada persona.

EL ESTADO EMOCIONAL
Nostalgias, tristezas y hasta depresiones pueden sufrir las personas de la tercera edad durante estas épocas, incluso afectando su estado de su salud si no se detectan las señales a tiempo.

Los datos de alerta de melancolía pueden ser tristeza excesiva, falta de interés, insomnio, aislamiento, pérdida de memoria, llanto fácil, entre otros y pueden ser tan fuertes que lleguen incluso a pensamientos de muerte.

La mejor prevención se puede hacer a través de una buena alimentación, exposición a la luz solar, la socialización, las buenas relaciones familiares y la actividad física.

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