Respalda alcalde y Canaco a la directora de Comercio

Gerardo Sánchez/EL VIGÍA
gsanchez@elvigia.net | Ensenada, B. C.

El alcalde, Marco Antonio Novelo Osuna y el presidente de la Cámara de Comercio de Ensenada, Jorge Menchaca Sinencio, expresaron su respaldo a Rebeca Mungaray Lagarda, directora de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos del XXII Ayuntamiento.

El presidente de la Canaco local expresó públicamente su reconocimiento y respaldo al trabajo que está realizando la funcionaria municipal, principalmente en el reordenamiento del comercio ambulante en la zona centro y turística del puerto.

Esa ha sido una demanda de muchos años por parte del comercio organizado y ahora vemos que se está cumpliendo en apego al reglamento respectivo, puntualizó Menchaca Sinencio, al referirse a los recientes señalamientos de que ha sido objeto la directora de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos.

No es posible que en la mencionada zona existan más de quinientos permisos y todavía se pida que se autoricen más, señaló el vocero de la Cámara de Comercio.

Por su parte Novelo Osuna afirmó que Mungaray Lagarda sólo está cumpliendo con sus responsabilidades y cuenta con todo su respaldo para vigilar y aplicar con rigor los reglamentos respectivos.

Cumplir con reglamento
Sobre su actuación y las protestas que se han generado en su contra, Mungaray Lagarda, dijo en una reunión convocada por la Canaco, que lo único que ha hecho es revisar que los ambulantes cumplan con lo establecido en el reglamento.

Además -dijo- se han detectado varios casos de quienes tenían permisos desde hacia mucho tiempo y no los habían renovados. Hay otros en que los titulares de los permisos ya fallecieron y por reglamento no pueden ser heredados.

También se está pidiendo que quienes cuentan con los llamados “carritos” se ajusten a las dimensiones que también están especificadas en el reglamento.

Mungaray Lagarda enfatizó que ella sólo con las normas y si algunos ciudadanos están inconformes con esas reglas deben solicitar a los regidores y al Cabildo modificarlas, pues a ella sólo le toca cumplirlas y no interpretarlas o aplicarse subjetiva y arbitrariamente.