Enfrenta Chiapas disputas sociales

Tapachula, Chiapas - El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, enfrenta conflictos magisteriales, sociales y políticos a 10 meses de que asumió el cargo.

Las protestas de grupos sociales y campesinos prácticamente ocurren cada día. Indígenas del municipio de Chanal bloquearon hace una semana una carretera para reclamar el apoyo a proyectos productivos; campesinos de distintas regiones realizaron marchas y bloqueos en contra de la construcción de empresas hidroeléctricas en los municipios de Tapachula y Huehuetán.

Además, en una docena de municipios se han creado policías ecológicas y comunitarias como en Mitzitón, en San Cristóbal de Las Casas, donde aseguran que ante la falta de autoridad enfrentarán a talamontes. Los comunitarios alegan un saqueo en mil 600 hectáreas de bosque.

Las otras policías comunitarias han surgido para enfrentar igualmente saqueo de maderas y extracción minera.

Y aunque el gobernador, del Partido Verde, ha asegurado que la protección de la biodiversidad y el medio ambiente en Chiapas sería una prioridad; su abuelo, Fernando Coello Pedrero ha sido acusado por comuneros de ejercer presión para la reapertura de minas.

"(El abuelo del gobernador) dijo que ellos van a explotar los recursos minerales en el municipio de Chicomuselo, diciendo que está por demás que se opongan ya que tienen el permiso de la gente de las comunidades”, denunciaron pobladores de esa localidad.

El Gobierno de Chiapas no se ha deslindado de Coello Pedrero.

Apenas esta semana, estudiantes de la Universidad Autónoma de Chiapas tomaron las instalaciones escolares en protesta por el cobro de cuotas semestrales y exigieron una auditoría a la rectoría encabezada por Jaime Valls.

Un grupo de comerciantes de Tuxtla Gutiérrez se declaró en paro ante lo que denominaron "situación de ingobernabilidad”.

Alegan que el plantón magisterial les ha provocado pérdidas millonarias por lo que reclaman el restablecimiento del Estado de Derecho.

Desde hace más de 50 días, el magisterio estatal dejó de dar clases en un 90 por ciento de las 9 mil escuelas de la entidad, según cifras de los maestros disidentes.