NACIONAL

Controla desde cárcel la trata de personas

lunes, 21 de abril de 2014 · 22:28
La prisión no es suficiente para derrotar a los líderes de trata de personas.
Reynaldo Esquivel Reyes maneja una red de prostitución desde el Reclusorio Norte sin que, al parecer, la subsecretaría del Sistema Penitenciario del DF se percate de ello.
Testimonios de sexoservidoras, activistas y otros tratantes detenidos coinciden en identificar a este personaje como líder de este negocio en La Merced y una parte de Sullivan.
Esquivel Reyes -apodado "El Bombacho”, "El Conquistador " y "El Chuma”- está preso desde octubre de 2012 por el homicidio de una sexoservidora.
Antes de ser detenido, ya vivía de explotar a sexoservidoras en Sullivan en complicidad con Alejandra Gil, detenida por trata de personas el 12 de febrero.
Asimismo, con su socio Alejo Guzmán Flores, también preso actualmente, tejió una red de trata que se extendió a La Merced.
Dicha red continuó operando bajo las órdenes de Esquivel Reyes incluso después de que éste fuera detenido.

A su cargo 60 mujeres
A la fecha, el lenón controla a más de 60 sexoservidoras a través de su esposa, Sonia Romero, quien lo visita en prisión, y un grupo de mujeres conocidas como "Las Gretas”, de acuerdo con los testimonios.
Madaí Morales, presidenta de la asociación civil Reintegra y quien fuera explotada dos años en Sullivan, es una de las personas que identifica a Esquivel Reyes como el tratante con más fuerza en el DF.
Informes de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe lo ubican también como el principal lenón de la Ciudad.
Además, su nombre forma parte de las averiguaciones previas FACI/50/T3/756/07-08 y FVC-1/T2/1243/06-07, por trata.

‘Negocio’ familiar
"Las Gretas”, quienes, al parecer, son primas de Esquivel Reyes, controlan a más de 50 sexoservidoras en la zona de La Merced.
Las mujeres, junto con un hombre llamado Higinio Flores, utilizan a 10 chicas de su confianza para vigilar al resto a cambio de privilegios.
Un informe de Reintegra indica que un grupo de entre 40 y 50 mujeres de La Merced va a Sullivan los fines de semana a prostituirse.
En un punto también bajo el control de Esquivel Reyes vigila el negocio es una mujer de nombre Tania con la ayuda de dos hombres identificados como Enrique y Luis.


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