NACIONAL
Pierde comercio libre
AGENCIA REFORMA
Nueva York, N. Y.
Donald Trump
conquistó ayer el llamado "Cinturón del Óxido", el viejo
corazón industrial de Estados Unidos, en parte con su mensaje en
contra del libre comercio.
En estados como Pennsylvania, Michigan
y Ohio, calaron sus aseveraciones de que México, China o Canadá
habían causado una pérdida masiva de empleos.
El discurso al
respecto de Trump, que dio un giro a la ortodoxia del Partido
Republicano, se enfocó particularmente en el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (Tlcan).
"El Tlcan es el peor
acuerdo comercial jamás firmado en cualquier parte del mundo, y
seguramente el más malo firmado en este País", dijo Trump
apenas en el tercer debate presidencial a finales de
octubre.
Acusando a empresas como Ford de exportar empleos a
México, Trump logró convencer a buena parte de los votantes en
Pennsylvania, Michigan, Wisconsin y Ohio.
Entidades que, en su
mayoría, habían sido fielmente demócratas por años. Michigan y
Pennsylvania, por ejemplo, no habían votado por un republicano desde
1988. Los pronósticos sobre Wisconsin ni siquiera ponían en tela de
duda que fuera a votar por Hillary Clinton.
Promulgado por el
Presidente Bill Clinton, Trump logró asignarle directamente la
responsabilidad del Tlcan -que arrancó su vigencia en 1994- a su
rival demócrata Hillary Clinton quien evitó el tema.
En Ohio,
un estado que paradójicamente tiene a Canadá y México como sus dos
principales socios comerciales en el exterior, Trump logró ayer una
categórica victoria de 8.7 puntos de ventaja sobre Clinton, quien,
si bien había criticado el acuerdo, había evitado utilizarlo.
Según las encuestas de salida, 47 por ciento de los votantes en
Ohio -tanto a favor como en contra de Trump- ubicaron al libre
comercio como responsable de la pérdida de empleos, algo que
expertos ponen en duda ante otras variables como la automatización o
la renovación de plantas.
Como parte de las críticas de Trump
contra el Tlcan, había prometido renegociar el pacto o abandonarlo
si no era posible.
Si bien el Presidente estadounidense puede
anunciar la salida del acuerdo norteamericano -que alcanza un área
de comercio de más de 1.1 billón de dólares entre los tres
países-, cualquier intento de modificación a sus términos
necesitaría también una aprobación por ambas cámaras del
Congreso.
Además, desde anunciar su candidatura en 2015, Trump
prometió imponer un arancel de 35 por ciento a los autos
provenientes de México, enfocando sus arengas en un anuncio de la
automotriz Ford -radicada en Dearborn, Michigan- de trasladar su
producción de vehículos compactos a una planta en San Luis
Potosí.
Ayer en Michigan, el corazón de la industria automotriz
estadounidense, Trump aventajaba a Clinton 48.3 por ciento a 46.5 por
ciento, con el 90 por ciento de las casillas escrutadas.
En
Detroit, hay cadenas de producción integradas con México y Canadá.
Pero el sentimiento anti-Tlcan, según sondeos, es del 50 por
ciento.
En Pennsylvania, cuya sección oeste fue el corazón de la
industria acerera estadounidense, el rechazo al libre comercio
alcanzó 54 por ciento, mientras que el respaldo a Trump fue 1.3
puntos mayor que el de Clinton.
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