Nacional

Sobreviven a violencia médicos en Tamaulipas

domingo, 26 de junio de 2016 · 00:00

AGENCIA REFORMA

 

Reynosa, Tamaulipas

 

Tamaulipas aún padece las secuelas de sus años más violentos.
Cada vez menos médicos y enfermeras se arriesgan a trabajar en ciertas zonas de la entidad, lo que ha propiciado que algunos hospitales carezcan de recursos humanos suficientes para atender a la población, señalan médicos de la Secretaría de Salud estatal, quienes han sido capacitados por Médicos Sin Fronteras (MSF) para reaccionar rápido ante emergencias.
La violencia y las condiciones laborales precarias han puesto en crisis al sector salud, coinciden los médicos.
Aseguran que los profesionales del ramo que quedan deben buscar estrategias para sobrevivir y hacer bien su trabajo.
MSF eligió la zona para enseñar a los médicos a cuidarse ante el crimen y a reaccionar rápido ante la escasez de personal.
Rafael Leal, jefe del servicio de urgencias del Hospital General de San Fernando, quien fue secuestrado en 2011, relata cómo siguen batallando.
Acostumbrados a ser intimidados por el crimen, los médicos siempre tienen listas bolsas con gasas, con material de suturación, soluciones, con todo lo que pueden necesitar para atender a un herido de emergencia fuera del nosocomio.
Esta situación ha disminuido el personal de salud del hospital.
"Tenemos un desabasto de cuerpo médico, faltan anestesiólogos, ginecólogos, pediatras, todas las especialidades faltan.
"No han llegado médicos, no quieren venir. Y los que han llegado los asaltan en el camino, los han secuestrado, los han intimidado; se van, no quieren", describe.
Por ello, asegura, algunas comunidades, como Bonfil y San Germán, se han quedado sin atención de salud.
"A esas áreas los médicos no quieren ir, piden su cambio. Son médicos jóvenes, ir a arriesgarse después de estar estudiando siete años, ir a que los golpeen, los intimiden, no vale la pena para los muchachos, y por un sueldo de mil pesos por quincena, se me hace irrisorio para un médico que va a arriesgar su vida".
Por su parte, Nicolás Cisneros, jefe del servicio de urgencias del Hospital General de Matamoros, indicó que ha sido secuestrado dos veces para que atienda a heridos.
"Nos han sacado a atenderlos y nos regresan, pero que vaya a hacer algo que usted no quiere en horas de la madrugada, es duro, humillante, denigrante para uno".
Aunque asegura que ya son menos los casos de médicos plagiados, eso no motiva a profesionales de la salud jóvenes para ir a trabajar a Matamoros.
"Tenemos desabasto de los insumos y falta de muchos médicos. Ya nos rebasó la población", señala.
Érika Romano, galena de MSF que llegó a apoyar a Reynosa, indica que el reto del sector salud es atender a las víctimas de secuestros, a los testigos de la violencia y a los familiares de desaparecidos de manera integral, pese a los pocos recursos humanos disponibles.
Comenta que en Miguel Alemán y en la zona de La Ribereña ningún médico quiere asumir su rol.
"¿Por qué? Porque los compañeros médicos también han tenido que sufrir la violencia. A muchos compañeros les ha tocado que a un paciente se le está atendiendo y llega el contrario y ahí mismo lo agarra a balazos", detalla.
Como medida de seguridad, sostiene que a los pacientes ya no les hacen preguntas que puedan involucrar al médico --en dónde sucedió eso, quién o cómo pasó--, sólo se dedican a la parte clínica.

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