NACIONAL
Lanzan importadores guerra a impuesto
AGENCIA REFORMA
Washington, D. C.
Más de un centenar
de empresas importadoras de Estados Unidos que van desde Wal-Mart
hasta Nike declararon ayer la guerra contra la propuesta fiscal del
Partido Republicano que busca gravar importaciones y dar exenciones a
los sectores exportadores.
Aunque no se conoce el texto final del
llamado "ajuste fiscal fronterizo", los importadores
-incluyendo la Federación Nacional de Venta al Menudeo (NRF) y la
Asociación Nacional de Concesionarias de Autos- anunciaron la
coalición Estadounidenses a Favor de Productos Baratos" para
derrotarlo.
"Ya sea el automóvil que manejas, la gasolina
que usas, los abarrotes en tu mesa, los zapatos o la ropa que te
pones en tus pies y en tu espalda, los precios de todas estas cosas
se irán para arriba debido al ajuste fiscal fronterizo", dijo
ayer Matthew Shays, presidente de la NRF.
Desde junio, los
republicanos en la Cámara Baja anunciaron la idea del ajuste
fronterizo como parte de su plan fiscal más amplio que aún está en
negociaciones finales; los representantes aseguran que, junto a una
reducción del impuesto corporativo, esto traerá 1.3 billones de
dólares en recaudación.
Para sus impulsores, la medida sería
compensación al llamado Impuesto al Valor Agregado (IVA) que otros
países aplican a la venta de productos en sus mercados bajo las
reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que ven como
una práctica contra Estados Unidos.
"A pesar de ser bien
intencionado, el ajuste fiscal fronterizo podría incrementar los
precios de un amplio rango de bienes de consumo básico golpeando los
bolsillos de los estadounidenses de clase media", afirmó ayer
Gary Shapiro, presidente de la Asociación de Tecnología para el
Consumidor.
Apenas la semana pasada, el director del nuevo Consejo
Nacional de Comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, aseguró que
el presidente Donald Trump ve con buenos ojos la propuesta, pero que
aún estudian con el líder de la Cámara Baja, el republicano Paul
Ryan, una redacción final.
De acuerdo con Navarro -en una
entrevista con la cadena CNBC-, el ajuste fronterizo deberá ser
flexible, pues no puede tratarse de la misma manera a las
importaciones de Alemania, México o Canadá.
De acuerdo con un
análisis de Goldman Sachs, la propuesta tiene 25 por ciento de
probabilidades de ser aprobada en la Cámara Baja ante la fuerte
oposición que ha generado entre los sectores importadores entre los
que también se cuenta la industria petrolera.
Para sus
impulsores, como el congresista Kevin Brady, el ajuste fiscal
impulsaría la inversión en la manufactura de productos dentro de
territorio estadounidense, logrando así cumplir con una promesa de
campaña del presidente para impulsar la creación de empresas dentro
de su país.
Sin embargo, los sectores importadores creen que la
propuesta trastocaría las sumamente elaboradas cadenas de suministro
que se han logrado crear junto a socios comerciales como México y
Canadá.
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